Trump, Japón y la UE - 10 de Julio de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 685544349

Trump, Japón y la UE

Una de las primeras decisiones que tomó Trump al llegar a la Casa Blanca fue dar por terminada la participación de Estados Unidos en el TPP, la asociación transpacífica que había sido negociada con grandes dificultades, pero exitosamente, por los países de la cuenca del Pacífico (sin China). La decepción de Japón por el fracaso de esa iniciativa -que bien puede seguir adelante, pero sin el mismo impacto, al estar ausente la principal potencia mundial- lo motivó a dar un nuevo impulso a las negociaciones comerciales con la UE, que comenzaron en 2013, pero que perdieron bríos por su interés en el TPP.

Ahora, este acuerdo, que debe aterrizar en los detalles, pone al libre comercio de nuevo en la primera línea, dejando a Trump relegado a un papel secundario. Ya no es EE.UU. el campeón del libre mercado, pues hoy ese rol lo asumen Japón y los países europeos, lo cual, además, pone a China en su lugar, después de que el Presidente Xi Jinping tratara de adjudicarse dicho rol. Siendo un país comunista, con una economía pujante, pero muy determinada por las decisiones del gobierno, China carecía de las credenciales para reemplazar a EE.UU. en el comercio global, aunque Trump dejara el sitio vacante.

Los mensajes de los líderes de la UE y Japón, en el sentido de que ellos tienen "voluntad política" para "izar la bandera del libre comercio", fueron explícitos y constituyen un llamado a evitar el proteccionismo y el aislacionismo del que dan muestras tanto EE.UU. como Gran Bretaña; este último, con su proceso de retiro de la UE. Las palabras del presidente del Consejo de Europa, Donald Tusk, resumen el sentir de los europeos: "A pesar de que algunos dicen que el tiempo del aislacionismo y de la desintegración está de vuelta, nosotros demostramos que no es el caso. El mundo, realmente, no necesita retroceder cien años". Una bofetada a Trump, justo antes de que se presentara a la reunión del G-20.

El apuro por firmar el acuerdo dejó varios detalles para más adelante, pero lo central es que los europeos podrán vender sus productos agrícolas -especialmente lácteos- en Japón sin aranceles y los japoneses podrán vender sus automóviles en el mercado europeo sin las altas tasas actuales, pero respetando todas las normas europeas. Por eso se dieron plazos para adaptarse a las nuevas condiciones. Lo importante aquí fue dar la señal de que ambos mercados estarán abiertos para el 99 por ciento de los productos provenientes de los socios.

Y como otro mensaje de...

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