Trump cancela cumbre con Kim, reactivando la incertidumbre sobre la península coreana
Algunos eran más optimistas que otros sobre el acercamiento entre Corea del Norte y Estados Unidos, a la espera de la cumbre que habían acordado el Presidente Donald Trump y el líder Kim Jong-un para el 12 de junio en Singapur, que de realizarse se convertiría en un gran paso que no han dado ninguno de sus antecesores en los casi 70 años de guerra en la península coreana. La expectación se diluyó ayer de golpe cuando el Mandatario estadounidense envió una carta al dirigente norcoreano cancelando el encuentro y desilusionando a la comunidad internacional.
"Tenía muchas ganas de encontrarme con usted. Tristemente, ante la tremenda ira y la abierta hostilidad mostradas en su declaración más reciente, siento que es inapropiado, en este momento, tener esta reunión tan largamente planeada. Por lo tanto, permita por favor que esta carta sirva para señalar que la cumbre de Singapur, por el bien de ambas partes, pero en detrimento del mundo, no tendrá lugar", dice la misiva que Trump envió ayer a Kim y que publicó en Twitter, donde escribió: "Lamentablemente, me vi obligado a cancelar la cumbre".
Se trata de un final repentino luego de semanas de declaraciones esperanzadoras por parte del Mandatario estadounidense sobre la reunión con el líder norcoreano, en la que esperaba conseguir lo que sus antecesores no habían alcanzado y persuadir a Corea del Norte de renunciar a un programa nuclear que amenaza tanto a EE.UU. como a sus socios en la región.
Y aunque en la carta Trump advirtió a Kim sobre las "poderosas armas nucleares" que posee, también le dejó abierta la posibilidad de concertar un nuevo encuentro. "Si usted cambia de opinión en lo que respecta a esta cumbre de la mayor importancia, por favor no dude en llamarme o escribirme".
Esta madrugada (hora local) el régimen de Kim aseguró también que aún está abierto a dialogar. "El repentino anuncio de la anulación de la reunión fue inesperado para nosotros y solo podemos encontrarlo extremadamente lamentable", declaró Kim Kye Gwan, primer viceministro de Relaciones Exteriores.
La gota que habría rebasado el vaso, según funcionarios de la Casa Blanca, fue una declaración de Pyongyang, en la que amenazó con cancelar el encuentro y planteó la posibilidad de un conflicto nuclear si la diplomacia fracasaba. Además calificó al Vicepresidente estadounidense, Mike Pence, como un "maniquí político" y "estúpido" por haber dicho que la situación en Corea del Norte terminaría "como el modelo libio si Kim...
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