Tres ex ministros de Hacienda lanzan duras advertencias al manejo del Gobierno
En diciembre de 1999, Aninat fue nombrado subdirector gerente del FMI, cargo que le obligó a renunciar a Hacienda faltándole sólo tres meses para finalizar el período.
Hoy está dedicado a dar charlas. Así lo hizo este viernes, que expuso en el Instituto de Estudios de la Sociedad sobre los riesgos del populismo.
A su juicio la compleja situación que hoy enfrenta el Gobierno, y que ha cruzado ya de la esfera económica, radica en una falta de liderazgo. Su mensaje es claro: "No están los tiempos para jugar a vacilar".
-¿Cómo interpreta las señales entregadas por el Gobierno en las últimas semanas que llaman a ser realistas y avanzar con gradualidad, pero luego aclaran que esto es "sin renuncia" al programa?
"No sé qué ocurre al interior de La Moneda, pero el cálculo real que debiera hacer el Gobierno es mirar hacia dónde conducen el país en el mediano y largo plazo con más certezas. Eso implicará algunos costos, y perder a algunos grupos, pero no hay forma de eludir los costos. La política es el arte de educar, pero también de tomar decisiones".
-¿Le ha faltado a la Presidenta Bachelet tomar definiciones claras?
"No soy nadie para juzgar a una Presidenta de la República que fue electa democráticamente y por una amplia mayoría, pero me doy cuenta de que ella está sujeta a presiones muy fuertes. Si pudiera dar un consejito, le diría que en otras crisis que ella misma vivió en su primer Gobierno, cuando La Moneda y el equipo político fueron claros y hubo apoyo al ministro de Hacienda, las cosas anduvieron bien. Pero cuando hay ambigüedad, las cosas no mejoran y lo que veo yo es que del cónclave a la fecha no hay más certidumbre".
-Si estas definiciones no se toman, ¿podría la incertidumbre de las empresas y las familias seguir deteriorándose?
"Seré cuidadoso en esta respuesta y no me subiré al carro de moda. Si uno le toma una foto al país, aún no estamos en recesión, ni crisis. El país enfrenta una semiparálisis, eso es crecer al 1,9%. Si hubiese claridad política y más consenso el país ya estaría creciendo. Los problemas están en las vacilaciones y la falta de liderazgo. La desconfianza en Chile no es asimilable a la situación que enfrentan países como Ecuador, Venezuela, Argentina o Brasil. Estamos alejados de ese grupo que enfrenta situaciones tremendamente complejas. Este es un auto que está en neutro y el país necesita de definiciones políticas concretas".
-Pero el escenario externo se ha deteriorado. ¿La economía chilena podría comenzar a comprometerse si a nivel interno no hay definiciones claras?
"No estamos en la crisis de 1981 ni en la asiática, pero si miramos el mundo, los bancos centrales de los países grandes han comenzado a alejarse de...
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