A tres décadas del mayor desastre atómico, la industria sigue vulnerable - 16 de Abril de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 632630497

A tres décadas del mayor desastre atómico, la industria sigue vulnerable

A la 1:24 de la madrugada del 26 de abril de 1986, el sobrecalentamiento del núcleo de la unidad número 4 provocó una explosión de hidrógeno, con la fuerza suficiente para volar el reactor de 2.000 toneladas. Segundos después, el líquido refrigerante restante se vaporizó y se produjo una detonación aún mayor.

La deficiente construcción de la central -cuyo techo era altamente inflamable- y la trasgresión a los protocolos de seguridad durante el experimento provocaron el peor desastre nuclear de la historia, que arrojó a la atmósfera material radiactivo equivalente a entre 100 y 500 bombas atómicas como la que fue lanzada en Hiroshima.

Inconscientes de los peligros a los que estaban expuestos, cientos de trabajadores y bomberos llegaron inmediatamente a ayudar a la planta, donde estuvieron horas con la mínima protección. Uno de los helicópteros que intentaban verter miles de toneladas de arena y plomo para sofocar las llamas y aplastar el material tóxico, chocó con una de las grúas y cayó, dejando cuatro muertos.

En total, 31 hombres murieron esa noche, mientras se estima que unas 200.000 personas murieron en las décadas siguientes a causa del accidente en Ucrania, Bielorrusia y Rusia. El régimen soviético debió evacuar más de 300.000 personas, aunque por varios días ocultó la catástrofe hasta que investigadores suecos se dieron cuenta de lo que había ocurrido cuando detectaron altos niveles de radiación.

Entonces Moscú emitió un breve comunicado: "Un accidente ocurrió en la central nuclear de Chernóbil. Uno de los reactores atómicos resultó dañado. Se tomaron medidas para eliminar las consecuencias del accidente. Se está otorgando ayuda a las víctimas. Una comisión gubernamental fue conformada".

Para muchos, Chernóbil se convirtió en la primera gran señal de que la energía nuclear es inherentemente insegura, mientras que para algunos expertos el desconocimiento generalizado de lo ocurrido y lo que podría suceder en un accidente atómico muchas veces hace inútil el debate sobre el uso de la energía nuclear.

Y hace cinco años, el desastre en la central de Fukushima Daiichi, en Japón, volvió a provocar el temor de que sigan ocurriendo catástrofes nucleares graves.

La mayor amenaza

"El público mete a todas las centrales nucleares en el mismo saco. No importa dónde sea el accidente, la industria entera se ve afectada, sin importar qué tan sofisticado haya sido el reactor. Esto es inherente porque la gente le teme a la radiación", explicó a "El...

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