Tres cracks juntos otra vez - 13 de Diciembre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 548547514

Tres cracks juntos otra vez

-Había un tipógrafo que se llamaba Carlos Cerda, que vivía en Polonia. Nos encontramos en Alemania y de pronto, cuando hablábamos del exilio, interrumpió la conversación con una cosa que era aparentemente distinta: "¿Ustedes saben que yo fui arquero de la U? Sí. El arquero titular era el doctor Mario Ibáñez, que nunca se perdió un partido. Una vez se murió alguien de su familia el sábado e igual llegó al camarín y jugó el partido, !y yo nunca jugué¡".

-Entonces -prosigue Insulza-, alguien lo interrumpió y le dijo: "Pero, Carlos, ¿de qué estás hablando?". Y Carlos respondió: "Es que yo sé lo que es pasar de joven promesa a viejo crack sentado en la banca".

Carcajadas.

Enrique Correa y José Antonio Viera-Gallo le celebran la anécdota que José Miguel Insulza buscó en la memoria, mientras los tres hablaban de sus destinos paralelos y cruzados.

-¿Y ustedes se sienten como tres viejos cracks de la Concertación?

-No, no. Me sentía más viejo crack en esa época -responde Insulza.

-Es como dije hace un rato: siento que lo que hicimos está hecho, es una obra histórica y... -dice Correa, pero lo interrumpe Insulza:

-Y podemos hacer muchas cosas buenas todavía. Yo siempre he pensado que lo mejor está por venir.

Cuando éramos inmortales

Tres amigos, medio siglo de la historia de Chile, innumerables secretos de la transición. Eso es lo que hay en esta extensa mesa de madera instalada en una oficina del piso 13 de un moderno edificio en calle Antonio Bellet, Providencia, donde están sentados el ex ministro del Interior de Lagos, ex canciller de Frei y hoy Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza; el ex ministro secretario general de Gobierno de Patricio Aylwin, Enrique Correa; y el ex diputado, senador y ministro Secretario General de la Presidencia del primer gobierno de Bachelet, José Antonio Viera-Gallo. Oficina que hoy es de este último, quien se privatizó después de dejar de ser miembro del Tribunal Constitucional, y que a partir de mayo recibirá a Insulza, quien deja la OEA, y algunos días a Correa. Desde aquí realizarán asesorías, según han anunciado.

Hace más de 40 años, estos tres socialistas se conocieron en el MAPU, nacido de uno de los quiebres de la Democracia Cristiana en 1969, cuando los vientos soplaban hacia la izquierda en Chile, un poco antes del triunfo de Salvador Allende. Pero no fue bajo la bandera verde de la estrella roja que se forzó su amistad, sino en el exilio, cuando Insulza y Viera-Gallo se instalaron en Roma después del golpe militar de 1973, y Correa iba y venía entre su clandestinidad y su paso por Moscú y Berlín.

Insulza y Viera-Gallo provenían de mundos parecidos. El primero del colegio Saint George y luego de Derecho en la U. de Chile; el segundo del Verbo Divino y después de leyes en la UC. Enrique Correa, en cambio, creció en Ovalle y tras un paso por el Seminario entró a Filosofía en la Católica. Correa era dirigente de la Juventud Democratacristiana, uno destacado, y su quiebre con el partido fue dramático.

Viera-Gallo nunca militó en la JDC -"era más rebelde"-, pero estuvo en el MAPU desde su fundación. E Insulza era un DC tercerista, del grupo de Alberto Jerez, de Bosco Parra, de Luis Maira, "pero después de unos tres meses de formado el MAPU mandé mi renuncia al partido".

Hoy, transición de por medio, algunos de los nuevos dirigentes juveniles los consideran tibios, y califican sus negociaciones para el éxito de la democracia como concesiones.

-Cuando yo era joven, miraba a Allende, a Almeyda, como unos caballeros, como me imagino que nos mirarán ahora a nosotros, como personas que ya han hecho su vida y más bien conservadoras -dice Viera-Gallo.

-Sin embargo, ustedes eran muy revolucionarios antes del golpe.

-O sea, mucho más revolucionarios de lo que es Izquierda Autónoma y Revolución Democrática -responde él mismo.

-¿Cómo se ven ustedes en relación a esos años?

-¿Antes o después de aprender? -pregunta Insulza.

-Antes.

-Antes de aprender, éramos todos súper revolucionarios (risas).

-José Miguel un poco menos... -agrega Viera-Gallo. Un rato antes de que llegara Insulza a esta reunión había dicho que siempre fue el más moderado de los tres.

-Mira -dice Insulza-, diría que yo, siendo de izquierda, y a veces de extrema...

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