Un trekking sobre el Campo de Hielo Norte
Es seguramente todo eso lo que hizo a la legendaria revista Outside incluir esta ruta entre las 10 caminatas naturales más hermosas del mundo. Aquí, el Aysén Glacier Trail (AGT) compartía podio con rutas de Nepal o Nueva Zelandia. Y los aventureros (extranjeros, sobre todo) empezaron a llegar.
El atractivo del AGT está en que pasa por algunas de las zonas más vírgenes y desconocidas de la Patagonia, y en que permite cruzar una franja de hielo del glaciar Nef, que es parte de Campo de Hielo Norte. Y en que no se necesita demasiada experiencia, aunque hay largas caminatas todos los días por terrenos que pueden ser muy exigentes. Pero está el paisaje, que recompensa a cada minuto.
Paso a paso
Ojo, que en este caso el circuito lo recorrimos en sentido contrario a como lo hacen los trekkers (era una salida con objetivos científicos). Entonces, lo que para esta versión era el primer día de marcha, en una salida normal sería el último.
El primer día parte en Puerto Bertrand, el pueblito a orillas del río Baker. Desde ahí, la expedición sale hacia un sector donde se cruza el río en balsa, y sólo entonces comienzan las marchas: hay unas seis horas remontando colinas, praderas, un bosque y bordeando el valle Colonia hasta llegar al campamento Sol de Mayo, donde se pasa la primera noche ya en terreno.
A lo largo de la ruta, los senderistas pueden ver varios hitos naturales de la región. Por ejemplo, el lago Cachet 2, que hace algunos años apareció en las noticias por sus repentinos vaciamientos (el agua "desaparecía", desbordando al vecino lago Colonia y siguiendo río abajo), que amenazaban la vida de los colonos de las inmediaciones.
Al día siguiente partimos hacia el campamento Nido de Cóndor, un refugio en altura con notables vistas de Campo de Hielo Norte, al que se llega luego de varias etapas de marcha. Primero, una caminata no muy exigente que en una hora deja a orillas del lago Colonia, que hay que cruzar en lancha junto con todo el equipo. Al otro lado, luego de atravesar una larga zona de arenas, sigue la subida por una colina hasta encontrar el campamento.
La siguiente etapa es una de las exigentes, porque hay que bajar, subir, bajar otra vez y subir nuevamente por unas profundas y estrechas quebradas, cubiertas de muy espesa vegetación, donde la huella se puede volver barrosa y el cielo -si está despejado- apenas se ve cómo una placa celeste brillante que se asoma lejos sobre las copas de los altos árboles. A estas quebradas les dicen...
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