Trayectoria de la deuda pública - 15 de Octubre de 2015 - El Mercurio - Noticias - VLEX 584865694

Trayectoria de la deuda pública

A 42 mil millones de dólares, o un 17,7% del PIB, ascenderá la deuda pública a fines de año, según ha estimado el Ministerio de Hacienda. Su vertiginoso aumento desde el mínimo de 3,9% registrado ocho años atrás es sorprendente, porque Chile desde hace cuatro décadas viene aplicando una política fiscal cuidadosa, especialmente consciente de los riesgos que encierran los excesos de gasto fiscal y el consiguiente endeudamiento público. La responsabilidad con que ha administrado sus finanzas le ha valido el reconocimiento de las clasificadoras de riesgo -que sitúan a Chile como uno de los países más confiables del mundo emergente- y ha permitido que tanto el Estado como los particulares accedan a condiciones muy favorables. La duda es si acaso la señalada alza de la deuda pública amenaza con afectar nuestra buena imagen y puede significar a futuro un encarecimiento del crédito.

Es cierto que el ratio de endeudamiento está lejos aún de alcanzar un nivel peligroso. Por ejemplo, los países que han sufrido crisis de financiamiento fiscal exhiben generalmente un endeudamiento superior al 100% del PIB. También es cierto que nosotros contamos con abundantes ahorros acumulados en los fondos de estabilización y otros, los cuales ascenderían a US$ 26.000 millones a fines de año. Es más apropiado medir la salud financiera del fisco de acuerdo a su "deuda neta", esto es, descontando dichos fondos. Bajo esa métrica, todavía mantenemos un endeudamiento muy pequeño -de alrededor de 7% del PIB- y por eso ni las agencias clasificadoras de riesgo ni las cotizaciones de los títulos de deuda del país exteriorizan mayor preocupación.

Pero la deuda pública neta también viene subiendo en los últimos años. Ese incremento es la contraparte del déficit fiscal, cuyo financiamiento se cubre ya sea con nueva deuda o echando mano a los fondos ahorrados previamente. Durante buena parte de la década pasada, la regla fiscal apuntaba a un superávit estructural del 1% del PIB, lo cual aseguraba que la deuda neta debía disminuir progresivamente. Sin embargo, se fue haciendo costumbre aprobar leyes que involucraban fuertes aumentos de gastos más allá del período...

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