La travesía de Juan Buscamares - 3 de Marzo de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 704456257

La travesía de Juan Buscamares

Vega acaba de llegar desde Francia, donde junto a una delegación de artistas nacionales expuso en la edición 46 del Festival Internacional de la Historieta que cada año se realiza en Angoulême, ciudad conocida como la capital europea del cómic, donde llegaron 250 mil personas para participar del evento.

El escritor y guionista de novelas gráficas Francisco Ortega estuvo en la feria, donde constató la fama que Félix Vega tiene en Europa.

-Franceses y españoles hacían filas esperando su firma. De la oleada de dibujantes chilenos de los últimos 30 años, creo que es el que tiene la carrera más interesante -dice.

Los cuatro tomos de Juan Buscamares -publicados en Europa entre 1996 y 2003- cuentan la historia de un antihéroe mesiánico que recorre un mundo postapocalíptico que es habitado por bandoleros, fanáticos religiosos y paramilitares salvajes, que batallan por encontrar agua en un planeta sin mar. La obra de Vega ha sido publicada en España, Italia, Francia, Holanda, Estados Unidos y Brasil, y ha aparecido en algunas de las revistas de historietas más importantes del mundo, como la estadounidense Heavy Metal Magazine y la italiana Skorpio.

-Juan Buscamares es uno de los evangelios imprescindibles del cómic chileno -dice el escritor Jorge Baradit.

Tradición de familia

Hijo de Ana María Encina, artista, y de Óscar Vega -Oskar-, conocido historietista y acuarelista que fue uno de los creadores de Mampato, Félix Vega tuvo desde niño libertad para pintar las paredes de las varias casas donde creció.

Recuerda que una de ellas estaba en el sexto piso del block A en la Villa Portales, donde su padre tenía un taller. Vega recuerda que algunos grandes ilustradores chilenos pasaron por ahí, como Mario Igor o Themo Lobos, a quienes siempre llamó "tíos":

-Era motivo de mucha alegría cuando llegaba a trabajar Mario (Igor), él venía a la hora de once con una bandeja de pastelitos. Después, los niños nos íbamos a acostar y mi papá con él, Themo (Lobos) y otros ilustradores se ponían a dibujar toda la noche con la cafetera, unas botellas de vino, y a fumar como carretoneros.

Los dibujos de Félix pasaron de las paredes al papel cuando tenía 5 años. Dice que su primer cómic fue publicado en una sección de la revista Mampato, que daba espacio a trabajos enviados por sus lectores.

-Sus dibujos parecían de un niño mayor. Desde muy chico mostró que tenía condiciones innatas para el dibujo, los suyos eran muy diferentes a los de los otros niños -recuerda Cristián, su...

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