Tratamientos psiquiátricos no voluntarios - 13 de Julio de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 644964933

Tratamientos psiquiátricos no voluntarios

Las personas que sufren enfermedades mentales, con frecuencia tienen fuertes opiniones respecto de sus derechos. Pero si ellas no se tratan ni se internan en un servicio de salud preparado para atenderlas, pueden constituir un riesgo para ellas mismas y para quienes las rodean, razón por la cual se debe recurrir a su internación no voluntaria en algunos casos. Es evidente que se trata de situaciones extremas, pues se conculca uno de los derechos humanos fundamentales de una persona solo por el hecho de estar ella enferma, aunque nadie se opondría a utilizar este recurso en los casos en que existe mérito para ello. Para asegurarse de su buen uso, el Estado ha dispuesto de una normativa rigurosa, que permite ponerla en marcha en casos de urgencia por un período máximo de 72 horas y que únicamente puede prolongarse tras la intervención de las autoridades sanitarias. En otros países se requiere que intervenga un tribunal de justicia para conceder la internación no voluntaria de un paciente.

En los últimos años, se ha observado un aumento notable de estos tratamientos obligatorios, los que se han más que duplicado desde el año 2010. Durante buena parte de la historia de la psiquiatría moderna las internaciones eran todas obligatorias, sin que se precisara de mayores trámites. Pero desde mediados del siglo XX se viene registrando una tendencia a la llamada desinstitucionalización, limitando al máximo las hospitalizaciones forzadas. Los pacientes deben solicitar el tratamiento y voluntariamente aceptarlo. Para una inmensa mayoría de los enfermos, el cambio representó un gran progreso, pues eran muchos los que se oponían enérgicamente a ser internados contra su voluntad. Pero también ha habido otras consecuencias no siempre gratas. Desde luego, los pacientes que se estima tienen la capacidad de discernir si aceptan o no hospitalizarse deben hacerse responsables ante sí mismos de sus propios actos. Y aunque han mejorado los métodos de diagnóstico, no siempre es posible predecir cuándo un delirio o una alucinación pueden...

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