La trastienda de una nueva aventura Europea - 6 de Junio de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 727021329

La trastienda de una nueva aventura Europea

Brno, de barroco y subterráneos

Luego de la presentación del Everest y el Saint George el año pasado en el Mundial de Fútbol de Praga (donde los "Gladiadores" fueron séptimos), un colegio chileno volvió a República Checa. Claro que esta vez lo hizo en Brno, la segunda ciudad más grande del país, con una población de 400 mil habitantes. Ubicada al sureste, se encuentra más cerca de Austria (a unos 40 kilómetros) que de la capital checa (190 km). Alejada del boom turístico de Praga, la ciudad más poblada de Moravia -una de las tres regiones del país- es reconocida, entre otras cosas, por ser una de las que mejor conserva la tradición barroca, sus catorce universidades y por sus subterráneos, con un verdadero circuito de túneles en el centro histórico.

Gfrerer, la damnificada

La gira previa a Alemania tuvo un costo: Emilie Gfrerer sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda mientras ejecutaba un saque en un juego de práctica. Según la central, la lesión se produjo debido al mal diagnóstico de una lesión previa en Santiago, donde le informaron que tenía problemas en la rótula y no en los ligamentos. Gfrerer igual participó en las actividades del mundial (incluso se animó con la cueca) y se sentó en la banca a partir del segundo día de competencias.

Un paso por "casa"

Antes de competir en República Checa, los chilenos estuvieron una semana en Erfurt, ciudad alemana ubicada en el estado de Turingia. Los nacionales se concentraron en el colegio deportivo Pierre de Coubertin, donde entrenaron en triple jornada y jugaron varios amistosos con equipos y selecciones locales. Para llegar al Mundial, viajaron en bus durante siete horas hasta Brno.

Juego de Gala

Habituados a jugar la Copa Soprole-UC con pelotas de la marca Molten y las competencias internacionales con Mikasa, los germanos se sorprendieron al encontrarse con un balón de la marca Gala. De fabricación checa, el modelo Pro-Line BV5591S incomodó un poco a los chilenos. "Al principio no nos gustó porque es como una mezcla entre las otras dos pelotas. Como flota mucho, el saque todavía lo estamos controlando para que vaya adentro. Además, es un poquito más pesada, lo que complicó a los armadores. Pero con cuatro partidos ya nos estamos acostumbrando", aseguró el punta Felipe Horst.

Lejos de la euforia

Para este...

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