La trastienda de los 170 minutos en que Chile fijó su posición ante la Corte
Públicamente, sin embargo, nadie en La Haya anunció la inhabilitación del académico de la Universidad de Cambridge, algo que suele comunicarse en este tipo de procesos. Según fuentes cercanas al caso, los equipos de Chile y Bolivia habían sido notificados previamente de que Crawford no sería parte del proceso y es posible que ayer el trámite no se haya formalizado por razones de tiempo.
De hecho, y encabezados por el francés Ronny Abraham, presidente del tribunal, los 16 jueces ingresaron al salón con cuatro minutos de retraso respecto de la hora fijada para el inicio de los alegatos (15:00 horas de Holanda, 10:00 horas en Chile), en medio de la expectación de ambas delegaciones.
Poco antes, la mayoría de los representantes de Bolivia se había instalado masivamente en las sillas dispuestas en el Gran Salón de la Justicia sin avisar a los encargados del protocolo en el Palacio de La Paz, que reaccionaron con sorpresa ante la falta de formalidad del ingreso.
El celular inoportuno
Segundos después, los chilenos entraban en medio de saludos y sonrisas, mientras los bolivianos los observaban en silencio y con rostros serios.
Pero Abraham aún debía reseñar el caso y presentar a Louise Arbour e Yves Daudet, los jueces Ad Hoc de Chile y Bolivia. Y en eso estaba, cuando el sonido muy fuerte de un celular de un periodista boliviano distrajo la atención de la sala.
El ruido fue tan persistente, que sacó de su concentración al secretario de la Corte, el belga Philippe Couvreur, quien miró hacia donde estaba la prensa, al lado de la delegación boliviana, con una evidente molestia. Lo mismo sucedió con los abogados de ese país, que con la mirada buscaban al responsable de la interrupción.
Así, el agente chileno Felipe Bulnes recién pudo iniciar su intervención a las 10:15 (en Chile). Fue el primero en intervenir en la jornada y luego vinieron cuatro abogados del equipo chileno, que en total se extendieron por dos horas y 50 minutos.
Tras la presentación del agente Bulnes (ver ilustración con palabras más recurrentes), fue el turno de la abogada argentina Mónica Pinto, la única latinoamericana que litiga en el juicio. Sus argumentos fueron seguidos con especial atención por sus dos hijas, que viven en Europa. Luego de los alegatos, las tres saldrían a cenar.
Estaban también entre el público el embajador de Perú en Holanda, Carlos Herrera, y el ex ministro consejero de ese país en Chile y actual director de asesoría sobre asuntos del mar de la Cancillería...
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