Tras el récord del futbolista más longevo - 31 de Julio de 2021 - El Mercurio - Noticias - VLEX 873568119

Tras el récord del futbolista más longevo

Héctor Arturo Sanhueza viaja en el segundo piso de un bus que lo lleva de Concepción a Santiago. Va sentado solo, mirando el paisaje. Está concentrado. En unas horas más, él y su equipo de la infancia, el popular Fernández Vial, debutarán en la Primera B ante otro club señero del fútbol chileno: Magallanes. Con 42 años, el capitán del último campeón de la Segunda División elucubra lo que habría sido de su vida si no hubiera sido futbolista.-Creo que me habría quedado estancado en la población, habría pololeado con alguna chica de ahí, hubiera sido papá y habría tenido que trabajar en la construcción -se imagina.Sanhueza es de Pueblo Hundido, una población ubicada junto al cerro La Pólvora de Concepción. Ahí aún vive su madre, María Medel, que nunca ha querido dejar el barrio al que llegó hace más de cinco décadas. Su marido, Héctor Emiliano, trabajaba haciendo "pololos" y el sostén de la familia era ella, que se desempeñaba como asesora del hogar. De eso, María, la madre de Sanhueza, no quiere acordarse. Pero él tiene recuerdos nítidos de esos años.-Mi viejo era alcohólico y lo pasamos muy mal cuando chicos -explica-. Para mí ha sido un tema, a tal punto que nunca he probado ni una gota de alcohol, ni siquiera cuando me casé. Mi señora brindó con champaña y yo con jugo de piña. La verdad, me da temor beber.Sanhueza cuenta que el trabajo de su madre apenas alcanzaba para vivir. Él optaba por llegar del colegio, donde almorzaba, y pasarse el resto del tiempo, con un trozo de pan, jugando a la pelota en la cancha del barrio hasta que llegaba su mamá.María Medel, la madre, lo recuerda así: "Yo le decía: 'Hijo, estudia, que yo no puedo dejarte una casa, un auto'. Pero a él le preocupaba solo la pelota".Sanhueza ya destacaba en el club Bernardo O'Higgins. Dice que pensaba que el fútbol era su única vía para salir de la pobreza. Un dirigente notó su talento y lo convenció de llevarlo a Fernández Vial cuando tenía unos 13 años."Quedó altiro. Es que se notaba que tenía futuro", destaca un Carlos Morales, quien ante la ausencia del padre de Sanhueza asumió un rol de padrino. Él lo llevaba al estadio y hasta le pasaba plata o zapatos para que entrenara, algo que hacía escondido de la mamá.Como empezó a destacar, el equipo decidió inscribirlo en sus registros, algo para lo que necesitaba la autorización materna, pues a esa altura el padre ya se había marchado de la casa.-Mi mamá no quería, me decía que para qué iba a perder el tiempo, pero yo sentía...

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