Las transformaciones que marcarán a los viajes aéreos en los próximos años
Y es que para Giovanni Bisignani, ex director general y CEO de la Organización Internacional del Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) entre 2002 y 2011, los chilenos no somos conscientes de ser un ejemplo para muchos países por cómo hemos desarrollado nuestra aviación civil. "De hecho, tenemos el ejemplo opuesto aquí al lado, en Argentina", acota.
Considerado un visionario por muchos en esta industria, mientras capitaneó el organismo no sólo logró transformar a una organización "sin mucha pasión y ninguna chispa de iniciativa", como la define, sino que contó con carta blanca para rescatar a una industria sumida en la peor crisis de su historia tras los atentados del 11-S y la escalada imparable en el precio del petróleo, que condenaron a decenas de aerolíneas a desaparecer del mapa.
Su última visita a nuestro país se dio en el marco de la presentación mundial de su libro "Shaking the Skies", donde rememora los hitos que marcaron su vuelo de una década al mando de la IATA. Alejado de la entidad, sigue vinculado al sector a través de diversos directorios y como miembro del consejo de Aviación y Turismo del Foro Económico Mundial. Y como promotor de importantes cambios en los que está embarcada la industria aérea, adelanta cuáles serán las mayores transformaciones que veremos en ella en los próximos 10 años.
Seguridad más expedita
Actualmente, las normas de seguridad que rigen el sector aéreo suponen para los pasajeros una verdadera pesadilla y generan enormes atochamientos. "Si seguimos así vamos a terminar con las colas en el estacionamiento del aeropuerto", sostiene.
"Convencí al Presidente Obama y a Janet Napolitano (secretaria de seguridad nacional de EE.UU.) de implementar el check point of the future , que cambia el tema de la seguridad, porque en lugar de buscar los objetos malos busca a las personas malas", recuerda. La iniciativa traslada el foco de atención desde el equipaje -posibles elementos peligrosos- hacia quienes lo portan. Así, la información de quien viaja es transmitida tanto a la compañía aérea como a la policía del país respectivo.
La primera determinará si se trata de un pasajero riesgoso o no, si lleva o no equipaje, si pagó el boleto en efectivo o si está realizando un viaje que no tiene mayor sentido (como viajar de Santiago a Sydney vía Oslo, en lugar de un vuelo directo). La segunda, en tanto, verificará sus antecedentes policiales y lo clasificará en una de tres categorías, A, B o C.
"Quienes sean A...
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