Transantiago: dos empresas que mueven al 30% de los pasajeros piden reorganización
Es tal su magnitud que las micros naranjas y celestes (sus colores institucionales) son dominantes en las principales avenidas de la ciudad, como Alameda, Providencia y Apoquindo.
Por eso, ayer generó preocupación que ambas compañías anunciaran que se habían acogido a la Ley de Reorganización y Liquidación, una medida que apunta a reestructurar su compleja situación financiera.
La decisión del consorcio colombiano deriva de deudas por US$ 360 millones con bonistas y compromisos por US$ 200 millones acumulados a 2015.
La ley establece dos salidas para el pago de deudas a acreedores: el proceso concursal de reorganización (reestructuración de pasivos si la empresa es viable) o la liquidación de activos, que implica la quiebra de la compañía.
A través de una declaración pública, las empresas Alsacia y Express señalaron que le han "solicitado formalmente en varias instancias al Ministerio de Transportes adoptar medidas urgentes para restablecer el equilibrio económico de sus concesiones, grave y estructuralmente dañado por las acciones y omisiones de las autoridades, ajenas a la voluntad y control de las empresas, lo que ha afectado la sustentabilidad de las mismas".
Añaden que "esta situación se ha visto agravada por las últimas medidas adoptadas por el ministerio, tras el quite ilegal de varios servicios de ambas empresas, lo que agudizó el crítico estado de viabilidad económica de la prestación del servicio concesionado". Afirman, además, que esperan lograr estructurar sus pasivos para "priorizar la continuidad del servicio de transporte público de pasajeros".
La decisión de Alsacia y Express sigue a la que tomó en junio pasado la empresa Subus, que recurrió a la Ley de Reorganización debido a deudas por US$ 131 millones (informadas a la Superintendencia de Valores y Seguros en 2015). El proceso aún no se zanja (ver recuadro).
El director de Transporte Público Metropolitano, Guillermo Muñoz, descarta que el proceso tenga algún efecto en los servicios. "Hace seis meses tenemos un observador en la empresa. Hemos ido monitoreando los indicadores que nos pueden dar pistas de riesgo operacional y hasta el minuto no tenemos señales de riesgo. Esperamos que la situación sea similar a la de Subus, que si bien genera preocupación, no implica afectación al usuario. De todas formas, vamos a estar atentos", asevera.
Para el ex gerente de finanzas de Transantiago y consultor, Diego Puga, a partir de la experiencia de estas empresas, el Gobierno "debe...
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