La tragedia griega - 21 de Mayo de 2012 - El Mercurio - Noticias - VLEX 372425378

La tragedia griega

Son los griegos quienes deben tomar esa decisión. Y así lo han hecho saber los líderes de la Unión Europea, que han sugerido que la elección sería una suerte de referéndum sobre el euro. El gobierno anterior, formado por personalidades técnicas, pudo negociar con la UE nuevas ayudas financieras para Grecia, pero no fue capaz de convencer a los votantes de que ese era el camino más conveniente. En los comicios del 6 de mayo, los partidos contrarios a mantener los planes de austeridad fiscal -que tienen ahogada la economía griega- obtuvieron un respaldo inesperado, que podría llevarlos a triunfar en junio. El líder de Syriza, de extrema izquierda, Alexis Tsipras, cree que Europa debe seguir ayudando a Grecia, pero sin imponer condiciones que impidan retomar el crecimiento.

Grecia lleva más de cuatro años de recesión; tiene un desempleo que supera el 21 por ciento, y una deuda pública que en 2013 llegará al 162 por ciento del PIB. En los últimos meses, sueldos de funcionarios públicos, pensiones y costos de salud han sido financiados por los créditos europeos, amarrados a impopulares políticas de recorte de gastos, privatizaciones y aumento de impuestos. Conscientes de la desesperada situación financiera, los partidos de centroderecha y el socialismo estuvieron detrás de esos compromisos con la Unión Europea, lo que les costó la salida del gobierno.

Si Grecia retoma la dracma, la moneda nacional, la zona euro enfrentaría el primer caso de desvinculación de una economía de la divisa comunitaria, una opción que no está contemplada en el tratado, pero que ya dejó de ser un tema tabú. La última semana estuvo plena de análisis que evaluaban los efectos de esa salida, que se veía como inminente ante la fuerte corrida bancaria que se produjo el lunes y que amenazaba la liquidez del sistema financiero griego. Los expertos hacían ver que, adoptada esa decisión, Grecia iría a una cesación de pagos que traería alivio momentáneo, pero los dejaría fuera del circuito de créditos internacionales, imprescindibles para sobrevivir, y luego podría caer en una temida hiperinflación.

Una encuesta publicada el viernes mostraba que la mayoría de los griegos (más del 80 por ciento) prefiere permanecer en el euro, con 34 por ciento que acepta los planes de austeridad, y 54 por ciento que no está dispuesto a quedarse a cualquier precio. Apenas el siete por ciento quiere retomar a toda costa la dracma. La izquierda radical, si gana y logra formar un gobierno, tendría...

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