Tragedia en el estero Minte: a veinte años de uno de los accidentes más graves de la historia
Para muchos chilenos, ese día quedó grabado para siempre, pues desde el sur de Chile se reportaba uno de los accidentes carreteros más graves de la historia.
En él, 27 personas, quince de ellos niños, perdieron la vida producto de un socavón que partió en dos la ruta 225, que une Puerto Varas con Ensenada. La oscuridad y la lluvia conspiraron en contra de los automovilistas que cerca de las ocho de la noche transitaban por un lugar que, de un momento a otro, se transformó en un inesperado infierno. Un infierno donde el inofensivo estero Minte se convirtió en un río letal.
Un llamado
"Ese fue el día más lluvioso del año y justo estábamos trabajando junto a unos efectivos del Ejército en unas inundaciones. Cerca de las ocho de la noche recibimos un llamado de la central, pues se había producido un accidente camino a Ensenada", dice Ortega, que lleva más de cincuenta años como bombero.
"Al principio envié al segundo comandante para hacerse cargo del procedimiento. Y a los minutos me llamó. Tenía una voz desesperada y ahí me di cuenta de que el accidente era grave", explica el voluntario, relatando una escena que lo marcó hasta hoy.
"Estaba todo oscuro, llovía como nunca. Había mucha confusión, así que camino al lugar me imaginé lo peor. Pero todo lo que pensé era nada en comparación con lo que vi", asegura.
En el lugar, un forado de quince metros se aparecía casi interminable en medio de la ruta y el estero Minte estaba completamente desbordado. Al fondo del socavón, un grupo de automóviles yacía entre las aguas.
"Tuvimos que pedir refuerzos a Temuco y Puerto Montt, porque nos vimos sobrepasados por la tragedia. Esa noche logramos rescatar dos cuerpos, pero las condiciones eran tan peligrosas que tuvimos que suspender la misión hasta la mañana siguiente", detalla Ortega, sin dejar de repetir que este lamentable accidente podría haberse evitado.
Esto, porque la principal causa del hecho fue que la alcantarilla que debía encauzar las aguas estaba completamente colapsada. A eso se suma la construcción de un deficiente terraplén que cedió con la fuerza del torrente.
"Además de los niños, lo más difícil fue ver que entre las víctimas había amigos personales, gente muy conocida en Puerto Varas. Han pasado veinte años, pero esto fue tan grande que me marcó para toda la vida", sentencia el bombero.
Condiciones extremas
La oscuridad era absoluta y la fuerza de la lluvia, impredecible. Primero cayeron cuatro automóviles. Luego un jeep y finalmente un...
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