La tragedia del ARA San Juan - 27 de Noviembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 697772925

La tragedia del ARA San Juan

Desde el fin del régimen militar, en 1983, el presupuesto de defensa argentino ha sido inferior al 1% del PIB, por debajo del de sus países vecinos, incluso menor que el gasto del Reino Unido solo para la seguridad de las islas Malvinas. Durante las administraciones de Néstor y Cristina Kirchner las disponibilidades se redujeron aún más.

Era evidente la precariedad de los medios disponibles de la Marina argentina, de su mantención, reposición y entrenamiento: sus tres submarinos habían pasado 19 días en operación durante un año: lo habitual para naves similares son 190 días anuales. Se agrega que la fragata Santísima Trinidad, copia de la Sheffield británica hundida en la guerra de las Malvinas, zozobró por falta de mantención, amarrada al muelle de Puerto Belgrano en 2013. Significativo es el caso del rompehielos Almirante Urízar, que sufrió un incendio en el 2007, junto con sus dos helicópteros. Su reparación, por falta de recursos, tardó casi diez años. Las recientes solicitudes a fuerzas aéreas extranjeras, para garantizar la seguridad aérea durante la próxima reunión de los G-20, es otra prueba de la insuficiencia de medios argentinos.

Importante ha sido, a la vez, la pérdida de personal castrense calificado por los bajos sueldos y por el llamado "delito de portación de apellido", puesto en práctica por Cristina Kirchner, para negar el ascenso o pasar al retiro a oficiales que pudieran tener algún parentesco con militares o civiles en funciones durante el régimen militar y, antes, si participaron en el combate contra las organizaciones subversivas.

La apreciada colaboración de aviones y buques extranjeros al rescate del submarino San Juan viene tanto a confirmar y compensar las carencias, como a modificar políticas de defensa. Al HMS Protector, de la marina británica, con base en las Malvinas, participante en la búsqueda, se le rechazó su ingreso al puerto de Buenos Aires en marzo pasado, a pesar de que Gran Bretaña permitiera, meses antes, la visita del Buque Escuela Libertad de la Armada argentina al puerto de Liverpool. La pronta colaboración británica, chilena, brasileña y norteamericana y de más de una decena de países fortalece las relaciones bilaterales argentinas y ayuda a un mejor clima con Gran Bretaña.

Argentina, seguramente, deberá destinar mayores recursos a instituciones cuya buena preparación y financiamiento son esenciales para toda nación independiente.

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