'Hay tradición de victimismo en la historia de Cataluña y el Govern ha aprovechado eso'
En conversación telefónica con "El Mercurio", el catedrático emérito de Historia Moderna de la Universidad de Oxford abordó las raíces de la cuestión catalana y cómo los liderazgos políticos han ido imponiendo su versión de los hechos.
-Los catalanes por mucho tiempo han expresado que quieren más autonomía y han hecho esfuerzos por marcar sus diferencias, pero hasta hace un par de años, nadie hablaba realmente de separarse de España. ¿Qué incendió el nacionalismo catalán y lo llevó al separatismo?
"En 1931 ya se hablaba de un Estado catalán independiente, así que la idea no es totalmente nueva. Pero es verdad que desde 2008 y la crisis económica han ido cambiando las cosas y hay varias razones. En primer lugar, la depresión misma, el oportunismo de algunos políticos nacionalistas radicales que aspiraban a imponer su agenda sobre Cataluña. Y había posibilidad para eso por razones políticas, como el colapso del Partido Socialista español (PSOE), que dejó un vacío en Cataluña, que llenaron grupos independientes, radicales. Eso dio la oportunidad a alguien como Artur Mas (ex presidente catalán entre 2010-2015) y ahora a (su sucesor Carles) Puigdemont para ocupar un lugar preferente, como jefes de una coalición, que pienso que es muy frágil, ya que en lo único en lo que están totalmente de acuerdo es en que quieren la independencia y la quieren ahora".
-Usted ha comentado que las nuevas generaciones tienen una visión distorsionada de la historia catalana y de España. ¿En qué momento de la historia se podría basar este sentimiento separatista?
"Empezamos en 1980, cuando llegó al poder Jordi Pujol, que fue presidente de Cataluña durante tanto tiempo. Gracias a que la Constitución española de 1978 entregó la educación a las autonomías, los del partido de Pujol empezaron a 'catalanizar' la sociedad catalana. Porque dominaban, tuvieron un canal de TV, mucha influencia en la prensa, en las escuelas y ahora en las universidades, comenzaron a imponer una visión de Cataluña como una nación víctima, desde hace siglos.
Es difícil de decir en cuál momento empezó este victimismo. Pero hubo ya una rebelión en 1640 (sobre la que escribí un libro). Después vino el desastre de 1714, cuando los catalanes tomaron partido por los Habsburgo y no por los Borbones en la Guerra de Sucesión española. Habían escogido el partido de los vencidos y la rendición de Barcelona en 1714 fue fundamental. La generación actual está mirando fundamentalmente a 1714 como el principio...
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