El trabajo de ser mujer y el fracaso de la pareja en Noches de estreno de Alejandra Rojas. - Núm. 33, Enero 2005 - Cyber Humanitatis - Libros y Revistas - VLEX 56739153

El trabajo de ser mujer y el fracaso de la pareja en Noches de estreno de Alejandra Rojas.

AutorVenegas, Daniela Aspe
CargoEnsayo cr

Noches de estreno, publicada en 1995, es la segunda obra de la escritora chilena Alejandra Rojas [1]. Pese a la fría respuesta del público, esta novela merece un análisis desde diversos puntos de vista, como son la asimilación del género policial, la crítica social como un modo narrativo, los conflictos del ser y el parecer en la existencia femenina. Podría explayarme gratamente en los tres aspectos, sin embargo por ahora presentaré sólo el tercero.

Esta novela se desarrolla en torno a un misterio: Un hombre, Tomás, ha desaparecido dejando a su esposa, Nicole, un video-thriller como única pista. Intentando develar este misterio, Nicole termina por indagar en su propia existencia, lo que implica la pregunta por si misma y la pregunta por el nosotros, es decir, la pareja. A continuación realizaré un análisis de la novela, basándome en estas preguntas.

Nicole manifiesta a través de su discurso cierta incomodidad con su existencia, basada en su condición femenina. La incomodidad de ser mujer, que comienza con la menarquia, se extiende a través de toda la vida y la narradora se libera de esta carga, o por lo menos lo intenta, en un discurso de tipo catártico:

Entendámonos: una de cada diez mujeres va a desarrollar cáncer al pecho en el curso de su vida. Y por esa razón, desde que tenemos uso de razón, todas somos empujadas a la camilla de los cirujanos, atravesadas por los ojos implacables de los rayos, pasto de agujas y biopsias ante la menor textura sospechosa. Por una de cada diez, viviremos todas con la muerte por la espalda, en cada metro del camino. Del mismo modo y gracias a las mismas estadísticas, una de cada diez mujeres va a casarse con un homosexual, un destino bastante trágico si se analiza con cuidado (Rojas 118).

Todos estos aspectos negativos que son presentados como inherentes a la condición femenina, sólo pueden ser superados mediante la anulación de los mismos, es decir, manteniendo una vida plena en los dos ejes que, según este discurso, son pilares de la existencia femenina: lo físico y lo emocional. Si uno de estos aspectos falla, cualquier optimismo es reemplazado por el rechazo:

Por eso no alcanza a preocupamos, tal castigo siempre va a tocarle a cualquiera de las otras nueve, nunca a nosotros. Y, aun ante evidencias tangibles, seguimos resguardándonos en esa convicción, hasta que un día la cortina de optimismo se aparta para dejarnos sin más recursos que pensar (Rojas 118).

El elemento gatillante de toda la introspección aguda y crítica en la que cae Nicole es la cinta que le deja su esposo al desaparecer. Nicole ve al interior de la película, la proyección de un video de ella misma, dibujando mediante el relato una perfecta caja china. Este enfrentamiento con su propia imagen proyectada al interior de una película, en el momento en que dos personajes mantienen relaciones sexuales, hace que su percepción de si misma sea patética: "La figura de incalificable patetismo, protagonista del típico video de luna de miel, soy yo. O más bien era yo, exactamente cinco años atrás" (Rojas 156). El análisis de sí misma como mujer sólo es posible gracias a que el video actúa como un espejo que no sólo refleja el exterior, sino que también el interior de lo que Nicole era y es:

la inexplicable felicidad que se reflejaba en mi cara de aquellos días [...]. De...

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