Todos los ojos sobre el Tupungato - 11 de Octubre de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 850255480

Todos los ojos sobre el Tupungato

Cuando el montañista Patricio Gana hace memoria y recuerda todo lo que vio y vivió durante su expedición al volcán Tupungato, lo primero que dice le sale del alma:"Es un cofre de oro esa cuestión".Gana sabe bien de lo que habla: en febrero de 2015 subió hasta la cumbre del Tupungato (la montaña más alta de la Región Metropolitana, con 6.570 metros) y pudo comprobar en terreno la espectacularidad de un paisaje que muy poca gente ha podido conocer, no solo debido a su lejanía (el volcán se encuentra a tres días de caminata por el valle del río Colorado, en el Cajón del Maipo; se suele hacer con mulas para llevar los equipos), sino a su acceso restringido: para entrar al valle hay que tener un permiso especial de Bienes Nacionales, el cual debe presentarse en el portón que controla la empresa AES Gener en el sector de El Alfalfal, donde tiene centrales hidroeléctricas."Esa vez no tuvimos muchos problemas para entrar, porque ya teníamos el 'teje-maneje': tres años antes lo habíamos pedido para ir al Alto San Juan, otro cerro del valle", recuerda Gana, quien fue al Tupungato con su amigo, el ilustre montañista chileno Cristián García-Huidobro, aunque este no llegó a la cumbre porque se sintió mal en el camino."Este es uno de los pocos cerros donde recuerdo haber soñado mientras caminaba: en un momento soñé como si estuviese en la playa, hasta que desperté", dice Gana, al teléfono desde su casa en Santiago, refiriéndose a los efectos del mal de altura. "No es un cerro técnico, pero sí es pesado, y tiene una pasadita antes de llegar a la cumbre que es como un gateo. Subirlo es como hacer montañismo a la antigua. Debes ir bien equipado, resolver temas logísticos y ser autónomo para resolver cualquier problema que tengas, porque no hay nada. Pero lo principal es el lugar donde está: un valle solitario y tranquilo, con un sinfín de cerros sobre cinco mil y seis mil metros que son un tesoro: el Alto San Juan, el Pirámides, el Polleras, el Sierra Bella, el Chimbote. Y además desde la cima tienes una vista espectacular, porque el Tupungato es el más alto y está solo: ves perfecto el Aconcagua, por ejemplo"."Mirador de estrellas" en idioma huarpe -la lengua indígena que se hablaba de Mendoza hacia el sur-, el Tupungato ha permanecido por años como uno de los lugares más remotos y desconocidos de los Andes centrales, por más que sus características físicas lo pongan al nivel del famoso Aconcagua. Es más, según el registro que publica AndesHandbook.org , hasta su cima no habrían llegado más de 70 personas (al menos, según el libro de cumbre) desde su primer ascenso en 1897, que se hizo desde el lado argentino. El primero por Chile fue recién en 1922.Sin embargo, hoy su estatus está cambiando. El Tupungato ya no es simplemente un volcán de nombre curioso en el límite con Argentina, sino un hito natural ubicado en el "patio trasero" de Santiago que no solo está atrayendo la mirada de montañistas en busca de nuevas cumbres, sino también de documentalistas, conservacionistas y amantes de la vida al aire libre.De hecho, es uno de los grandes íconos de la campaña Queremos Parque -iniciativa ciudadana que pretende crear un...

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