Titularidad sindical - 9 de Diciembre de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 547980406

Titularidad sindical

La agenda laboral del gobierno de la Presidenta Bachelet busca hacerse cargo de los distintos desafíos que existen en materia de derechos, productividad y empleo. Capacitación, seguro de cesantía, empleabilidad y derechos colectivos, son algunos de los propósitos de los próximos meses para el Ministerio del Trabajo. Todos son igualmente relevantes; sin embargo, la crítica se ha concentrado en uno de ellos: la reforma al procedimiento de negociación colectiva.

Quienes se oponen al fortalecimiento de los derechos colectivos de los trabajadores han criticado la reforma señalando que no se trata de una "agenda laboral", sino que de una "agenda sindical". El Ministerio del Trabajo rechaza tajantemente ese prejuicio y reivindica el rol de bien colectivo que desempeñan las organizaciones de trabajadores. Así como se critica el "clima antiempresarial", tampoco se debe caer en un "clima antisindical".

La óptica del Gobierno no es distinta a la que existe en prácticamente todos los países miembros de la OCDE: la legislación debe promover la organización, el diálogo y la construcción de acuerdos entre trabajadores y empleadores, por sobre la desconfianza y el conflicto. Nuestro actual ordenamiento es insuficiente y se aleja de dichos propósitos. Al no encontrar un cauce adecuado ni equilibrado para expresar demandas, pueden surgir las manifestaciones y paralizaciones de hecho. Como no existe posibilidad de conversar razonadamente entre trabajadores y empleadores acerca de las realidades concretas de las empresas, lo que termina ocurriendo es que esa demanda se traslada al poder político, y se cae en la sobrerregulación. Muchas de las materias sobre las que se ha discutido recientemente en el Parlamento, en otros países son objeto de negociación colectiva y no materia de ley.

La actual legislación dificulta los acuerdos. Es por ello que muchos han planteado la posibilidad de que empleadores y trabajadores puedan negociar una amplitud de materias y no limitarse a la sola reivindicación monetaria como ocurre hoy (generalmente reajuste y bono de término de conflicto). Mejores acuerdos en materias como capacitación, jornada de trabajo, o brecha salarial, entre otros, redundarían en aumentos de productividad y mejores condiciones para...

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