Los tiras y aflojas de Parra con el mundo - 24 de Enero de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 701452569

Los tiras y aflojas de Parra con el mundo

Más allá de la ruptura con la tradición lírica chilena -con Pablo Neruda como gran antagonista-, el proyecto parriano afectaría las bases de toda la poesía hispanoamericana en la segunda mitad del siglo XX, e incluso más allá de nuestra lengua. Pero el reconocimiento fue lento. Salvo los estadounidenses, que en los 60 lo publicaron en inglés, Europa ha sido muy esquiva a la antipoesía: tenía 97 años cuando en España le entregaron el Premio Miguel de Cervantes, en 2011, y recién el año pasado la editorial Seuil publicó una antología de su obra en francés.

Los amigos beat

Con fans anglosajones del peso del crítico Harold Bloom, Parra tuvo una relación estrecha con la Generación Beat: en el marco del Primer Encuentro de Escritores Americanos, en 1960, el antipoeta fue el anfitrión, en Chile, de Allen Ginsberg y Lawrence Ferlinghetti. Tras varios días acá, de vuelta a su país ellos publicaron sus primeros poemas en inglés y luego, en 1967, Ginsberg operó como uno de los traductores de la edición norteamericana de "Poems and antipoems", publicada por New Directions. Solo cinco años después la editorial española Seix Barral entraría al baile al publicar, en 1972, "Poemas y antipoemas".

Pero EE.UU. también puso en serios aprietos a Parra: en medio de un festival de poesía de la Biblioteca del Congreso, en Washington, el escritor asistió a la Casa Blanca y una foto de él junto a la primera dama, Pat Nixon, apareció en la prensa. Se desató el caos. "Yo relativizo todo, hasta la revolución", decía por entonces Parra, pero la foto enfureció a Fidel Castro, que de inmediato le quitó una invitación para ser jurado del premio de Casa de las Américas en La Habana. Se le consideró instantáneamente un enemigo de Cuba.

El caso tuvo efectos políticos para el antipoeta en Chile y también en toda la intelectualidad del continente, que por esos años se cuadraba ante la revolución castrista. Si su lugar político afectó su lectura en el continente -Parra no fue un defensor de la Unidad Popular- es menos obvio, pues su influjo aparece en la poesía peruana, argentina, mexicana.

De hecho, cuando en 1991 se dio por primera vez el Premio Juan Rulfo en México, fue él quien lo recibió. Al recibir el galardón, abrió otra veta de su obra e inauguró los "Discursos de sobremesa".

Las puertas de España

Tras la dictadura, años en que Parra se reconcilió con la izquierda y estrechó relaciones académicas y literarias con Estados Unidos, su obra empezó a golpear las puertas del...

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