Tipazos - 13 de Enero de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 591438078

Tipazos

No sé por qué se me vienen a la memoria los recuerdos de estos personajes. No son protagonistas de alguna efemérides, ni nada. Simplemente se me vienen a la memoria.

Como me ocurre con Vicente Cantatore, otro grande del historial del fútbol chileno, que estuvo en la banca de las grandes campañas de Cobreloa en la Copa Libertadores. Y pensar que había llegado a Chile "de yapa", cuando Rangers compró al famosísimo Ángel Amadeo Labruna. Cantatore fue gran jugador de los piducanos y más tarde de Wanderers, aunque se lo recuerde más como DT de los loínos. Estábamos una tarde en alguna esquina del centro cuando este gran argentino de nacimiento me comentó: "Yo no soy chileno por accidente, soy chileno porque elegí ser chileno", aludiendo a su nacionalización. Disfrutó de la charla y del dominó en Chile y en España, y especialmente en Viña del Mar. Se quedó entre nosotros para siempre, igual que Nocetti.

Anterior a ellos en el tiempo fue Máximo Rucik. Llegó desde Argentina en los albores del profesionalismo a un club que tenía entonces una oncena en que todos eran argentinos: Santiago National. Máximo integraba un cuadro que traía en la delegación a un malabarista que hacía de todo con un balón y actuaba en el entretiempo de los partidos. Y no se fue nunca más. Se casó con la notable Graciela Romero -la buena-, tuvo hijos chilenos, inició una exitosa industria de comestibles y entrenó a una selección universitaria de la Católica (su club de siempre) que hizo una exótica gira por Asia que recordó hasta sus últimos días. Un tipazo Máximo.

También fue...

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