Tiempos extraños - 16 de Abril de 2016 - El Mercurio - Noticias - VLEX 632628601

Tiempos extraños

Tiene razón. El que fuera la gran promesa de las economías emergentes, el país llamado a hacer más justas las reglas de la globalización o la prueba viviente de un modelo que podía derrotar la pobreza desde el flanco izquierdo, sortea uno de los períodos más complejos desde el regreso de la democracia.

Para despejar la confusión, acá un intento de explicar lo que es, lo que no es y lo que aparenta ser.

Crisis al cubo

Brasil parece atravesar hoy por una crisis al cubo: (moral) x (política) x (económica). Todas conectadas y que se potencian entre sí. Infelizmente, como dicen allá, cuando hablamos de crisis, no nos remitimos al concepto chino que incluye la oportunidad, sino al grecolatino. En este, la crisis se relaciona con un tenso proceso de cambio de consecuencias imprevisibles, lo que se evidencia con la apertura de un juicio político de destitución o impeachment a Rousseff.

La crisis moral se remite a la masificación de la corrupción como el sistema que encontraron las élites políticas y económicas para relacionarse y hacer funcionar la máquina.

La corrupción "no puede ser una regla del mercado", pero en el caso de Brasil, se convirtió en "sistemática y una práctica común", con una "naturalización del soborno", advirtió el juez Sérgio Moro, quien destapó el escándalo de Petrobras.

No es que el país haya descubierto la corrupción de la noche a la mañana. De hecho, el Presidente Fernando Collor de Mello prefirió en 1992 renunciar antes de someterse a un juicio político por un esquema de sobornos. Y algunos miembros del entorno directo de Lula da Silva, cuando era gobernante, están presos por organizar un reparto de coimas a congresistas a cambio de favores políticos, un caso conocido como el Mensalão .

A diferencia de esos casos, graves pero más delimitados, la Operación Lava Jato, que dejó al descubierto una red de desvío de fondos y lavado de dinero de la estatal Petrobras, involucra hoy a ministros, senadores, diputados, ex presidentes, dirigentes de partidos y ejecutivos de algunos de las mayores compañías del país.

Por su alcance, el Petrolão tiene consecuencias radiactivas: el daño causado por el uso y abuso de las malas prácticas persiste y se expande más allá de la bomba. Este esquema fraudulento consistía en que Petrobras pagaba por proyectos sobrefacturados a contratistas, quienes sacaban dinero para repartir a políticos -para su uso personal o campañas-, que a la vez aprobaban el nombramiento de los directivos que asignaban las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR