Tiempo para el realismo - 10 de Agosto de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 523440550

Tiempo para el realismo

Pronta y justificada fue la reacción del Gobierno para lograr el fin de la detención en Venezuela del presidente de la Juventud UDI. El episodio hizo patente el contraste entre un régimen de rasgos autoritarios, que persigue a sus adversarios, y una democracia como la chilena, cuyos actores, aun en un clima político tenso, comparten valores básicos.

Si lo ocurrido en Venezuela permitió a la opinión pública atisbar la situación de un país que va perdiendo sus libertades, en lo interno esta ha sido también una semana de duro choque con otras realidades. Una característica del programa ofrecido por la Nueva Mayoría durante la última campaña presidencial fue el contraste entre la importancia asignada a emprender grandes reformas sociales y políticas, y la relativamente poca atención prestada al crecimiento económico. Es probable que haya incidido en ello el diagnóstico de los técnicos del ahora oficialismo, en cuanto a que los buenos índices exhibidos por la administración anterior obedecían exclusivamente a una coyuntura externa favorable. De acuerdo con esa tesis, el crecimiento sería el resultado casi automático de factores no manejables internamente, donde la responsabilidad del Gobierno se limitaría a garantizar ciertos equilibrios macro.

Las informaciones sobre el débil Imacec de junio, sumadas a sucesivos ajustes en las estimaciones para este año y el próximo, tornan obsoleto ese debate. Los hechos están confirmando que elementos como las expectativas y las señales que entrega una administración no son inocuos para el desempeño económico de un país. Ciertamente, toda Latinoamérica enfrenta hoy un escenario internacional más complejo, pero Chile se ubica entre aquellos que resultan más golpeados. Las noticias de estos días hablan así de un nuevo cuadro, en que las incertidumbres antes sembradas con el anuncio de profundas alteraciones en las reglas del juego se traducen ahora en indeseados costos.

Sana preocupación

Los sectores más lúcidos de la Nueva Mayoría dan muestras de empezar a comprender la complejidad de este escenario. Ejemplar ha sido el empeño de la Presidenta Bachelet por alinear a su sector en la discusión tributaria, conteniendo a quienes pretendían introducir nuevos factores de controversia que hubieran echado por tierra la celebrada señal de moderación que significó el acuerdo político alcanzado hace algunas semanas. Ha habido en esa actitud -y en general en la apertura a incentivos para la inversión y el ahorro- una...

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