Lo poético y la poesía: -el compromiso de uno con uno-. - Núm. 38, Septiembre 2006 - Cyber Humanitatis - Libros y Revistas - VLEX 56845631

Lo poético y la poesía: -el compromiso de uno con uno-.

AutorMaul

¿Dónde está el compromiso? En el agua.

Me comprometo. No importa lo que pase, lo que pueda pasar. No hay otra forma. No quiero otra forma. Yo me comprometo. ¡Y tú lector, tú que te estremeces de vida, orgullo y amor lo mismo que yo; a ti, pues, sean las líneas que siguen! ¡Tú, hipócrita lector, mi semejante, mi hermano! Y así como Whitman o así como Baudelaire, yo te digo lo mismo: no importa lo que pase, lo que pueda pasar. No hay otra forma. Escapatoria no hay, no hay escapatoria. ¿Y qué haces ahora, lector? Tu silencio es cómplice. Tu silencio y tú no miran solamente, y el aire les empieza a faltar.

Para decirlo fácilmente, sin hacer un juramento hemos hecho un compromiso. ¿Cuál? ¿Dónde? El aire escasea, ese es un grave inconveniente. Pero diré lo que vine a decir, por entre las algas y por debajo de la tierra, aunque algo pase, pueda pasar. Recuerda la pregunta: <> (ti esti, was ist ..., historia, episteme, philosophia). <> llora la desaparición del poema, otro inconveniente, otra catástrofe. Al anunciar eso que es tal como es, una pregunta saluda el nacimiento de la prosa. Y justamente es lo que acontece ahora. Algo pasa y se escapa cual un respiro.

Digamos pues, primeramente, lo primero. Por supuesto, no es la prosa. Mucho menos el discurso, el tratado, menos aún, el ensayo, el argumentum, modo filosófico par excellence. ¿Par excellence? Por supuesto, no. El origen es otro, se encuentra más allá y justamente por ello más acá. La razón ... no hay razón. No es argumentum, ya te dije. Olvidate del <>, eso no hará mas que devolverte el aire. Olvídate de salir, ya estás en laberinto de salidas tupidas. Olvidate del fin, pues te hablo del principio. Eso es, pues, lo que corresponde ahora. Y en el principio --cuenta la tradición-- era el lógos. ¿El lógos? Si, el lógos, la palabra, pero no como la piensas, no como se te ha dicho, olvídate ya de pensar. Te hablo de algo que estaba perdido, gastado, que simplemente pasa y se va. Que simplemente ha pasado y se ha ido. --Me es inevitable, a propósito, contarte y repetirte lo que Eliot me dijo, casi sin oxígeno:

Si la palabra perdida está perdida Si la palabra gastada está gastada Si la inaudible, inefable Palabra es inefable, inaudible; Aún es la inefable palabra, la Palabra inaudible, La Palabra sin palabra, la Palabra dentro Del mundo y para el mundo; Y la luz brilló en la oscuridad y Contra el Mundo el inquieto mundo aún giró Al rededor del centro de la Palabra silenciosa Algas y ahora...

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