Desde el Thresher hasta el Kursk, las peores tragedias en las profundidades del mar - 26 de Noviembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 697559101

Desde el Thresher hasta el Kursk, las peores tragedias en las profundidades del mar

Esta historia, sin embargo, tiene varios capítulos amargos. La desaparición del submarino argentino ARA San Juan y la angustia por el destino de sus 44 tripulantes recuerdan una decena de casos de sumergibles que han sufrido accidentes o se han extraviado desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Y aunque ha habido algunos pocos rescates exitosos, lo más común es que el desenlace sea trágico.

"Este tipo de eventos con submarinos son poco comunes, lo cual explica esta sensación cuando ocurren. Es como los choques de aviones: rara vez suceden, pero cuando lo hacen, dejan un gran número de víctimas", señala James Holmes, experto del Naval War College. "Yo puedo tener una falla de ingeniería en un barco de superficie, pero el barco flota. No tengo que preocuparme por perder toda la nave y la tripulación. Tengo tiempo. Por contraste, un submarino está diseñado para hundirse. Si ocurre una falla de ingeniería en las profundidades, es complicado recuperarse. Debes salir a flote y recién ahí reparar el daño".

Antes del ARA San Juan, el ejemplo emblemático de la complejidad que implica un incidente subacuático es el caso del submarino nuclear K-141 Kursk , una de las joyas de la Armada rusa. El Presidente Vladimir Putin llevaba solo ocho meses en el poder, cuando en agosto de 2000 la nave naufragó durante las mayores maniobras rusas desde la desintegración de la URSS, en el mar de Barents, cuyo propósito era probar los torpedos Shkval, que querían vender a China.

El sumergible ruso, que según la versión oficial sufrió dos explosiones debido a la inflamación del combustible de un proyectil, fue localizado a 108 metros de profundidad. Sin embargo, en medio del secretismo estatal, las autoridades tardaron dos días en dar a conocer la información -similar a lo que ocurrió con el ARA San Juan-, y se negaron en un principio a recibir ayuda extranjera para el rescate. Presionados, finalmente fueron asistidos por equipos británicos y noruegos, pero cuando estos últimos consiguieron abrir una escotilla, ya era tarde: se dieron por muertos sus 118 tripulantes. No obstante, luego de 14 meses, el submarino logró ser reflotado, y se encontró una carta de un teniente en la que da a entender que unos 23 tripulantes sobrevivieron a los estallidos y agonizaron por falta de oxígeno. "Ninguno de nosotros puede salir a la superficie. Estoy escribiendo a ciegas", decía la misiva.

Los soviéticos protagonizaron el mayor número de accidentes submarinos en tiempos de paz...

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