Testigos de la delincuencia: guardias y bomberos cuentan cómo se mueven los ladrones
-¿Y qué hizo usted?
-Arranqué.
Esa es la tónica en las bombas de combustible, cuando ocurre el robo de un auto en presencia de su dueño o conductor.
"¿Y qué nos vamos a quedar haciendo, si no podemos evitarlo?", dice un compañero del trabajador que presenció un asalto. "Y si hacemos algo, al día siguiente van a pasar por aquí y van a hacernos un corte con un cuchillo, por sapo", agrega otro.
En la bencinera Copec de Avenida Santa María, ubicada frente a la Iglesia San Francisco de Sales, no hay guardia visible. Según afirma una dependiente de Pronto Copec, existe uno que atiende la sucursal del otro lado de la autopista y de esta bomba, trasladándose a distintos horarios.
De cualquier modo, los bomberos tienen claro que están ahí solo para vender combustible. Por eso, dicen, si se produce un asalto no intervendrán. Explican que los robos de ahora son muy rápidos, cuando el dueño o conductor del vehículo está a bordo. Ello, porque los autos modernos que les interesan a los delincuentes no se activan con una llave sino con un botón, y, en algunos casos, con una clave.
Los asaltantes suelen actuar entre las 21:30 y las 23:00 horas, informan. Y lo hacen especialmente en bencineras que tienen tránsito expedito hacia las autopistas, por donde escapan con facilidad. Ya saben que las cámaras no tienen la capacidad de captar figuras humanas en detalle, y no les interesa que registren las patentes porque apenas hagan un alto las cambiarán o taparán con barro.
Los bomberos dicen que se ha hecho famoso un Camaro negro en estas maniobras delictivas. Lo han visto en la bomba más próxima al TipyTap de Las Condes y también en la bencinera del metro estación Los Domínicos.
Uno de los bomberos fue sorprendido por uno de los asaltantes que le pidió la plata. El hombre acababa de hacer el depósito, que hacen de tanto en tanto, porque las instrucciones de la administración son no acumular dinero en efectivo. El delincuente no le creyó y le hizo un corte en la ceja.
Pero hay otra fórmula de robo que han detectado los bomberos. Cuando el cliente se estaciona para bajarse, un auto se le pone al lado y mientras el conductor apaga el motor el delincuente abre suavemente la puerta del copiloto de manera que quede abierta cuando el dueño se baje y active el seguro. Así, el ladrón introduce su mano por la puerta abierta y se lleva un notebook o una chaqueta.
También les están robando combustible. Llega un vehículo para echar bencina, pide que le den combustible por $40...
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