El tesoro sumergido de Tongoy
A sus pies, una veintena de jaulas elaboradas con polietileno, que forman un sistema de redes llamado pearl , los acompañarán en un viaje de cuatro horas por la bahía, hasta alcanzar las parcelas que mantienen las líneas de producción donde se cultivan ostiones. Sostén económico importante de Tongoy e ingrediente base para una serie de preparaciones gastronómicas que dan fama a la caleta.
-Es como la tierra: primero hay que sembrar y posteriormente cuidar el fruto.
Miguel se refiere a cómo las mallas se limpian y cambian para que no se acumulen algas, de lo contrario no ingresa oxígeno y el bivalvo depositado en su interior no crece.
Por estos días, 150 pescadores-acuicultores artesanales se desempeñan en la misma faena. Es el inicio de la cosecha de millones de semillas de ostiones, etapa que se extenderá hasta marzo, cuando las especies alcancen un peso de 50 gramos por unidad y puedan venderse.
En agosto de 2015 violentas marejadas destruyeron embarcaciones, artes de pesca y motores, además de los cultivos. El golpe de gracia lo brindó un mes después el maremoto del 16 de septiembre.
-Tuve que levantarme con créditos para seguir luchando, porque el tsunami destruyó mi lancha y el motor. Entre los pescadores nos facilitábamos los insumos para salir al mar y recuperar los cultivos que se encontraban al fondo de la bahía", dice Wildo García, con 36 años de actividad en el cuerpo.
Mar adentro, Carlos comenta que el pueblo se mueve gracias a los cultivos y que el turismo solo alcanza para el verano.
Leonardo Carvajal, presidente de la Asociación de Pescadores, recuerda que los "patrones de lancha" estuvieron meses parados, mientras reparaban los botes y recuperaban las herramientas para volver a la actividad. En ese entonces, el gremio estimaba que 600 familias estaban comprometidas e inseguras con los eventuales daños en el fondo marino.
A ello se sumó la cesantía para aquellos trabajadores que contratan los propietarios de embarcaciones que pueden obtener $15 mil por jornada. Fue el caso de Sergio Alcayaga, quien debió emigrar a La Serena para buscar trabajo como obrero.
-No tenía para pagar la luz, agua y gas, y solo nos daban una caja de alimentos como ayuda por ser afectados.
Peor aun fue para Mario Barraza, quien se ha dedicado toda su vida al rubro. En su nave generaba tres puestos de trabajo, pero quienes laboraban ahí quedaron inmediatamente desempleados, y solo al año siguiente volvió a generar ingresos por los gastos que incurrió...
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