El terremoto político que generaron los indultos presidenciales
En un abrir y cerrar de ojos, lo que venía siendo un cierre de año tranquilo para el Gobierno, de pronto se convirtió en una terrible pesadilla.Al mediodía del viernes 30 de diciembre, el anuncio del indulto presidencial a doce personas condenadas en el marco del estallido del 18 de octubre de 2019 y al otrora miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, Jorge Mateluna Rojas, sacudió la esfera política.En lo inmediato, significó que Chile Vamos anunciara su salida de la mesa por el "acuerdo transversal de seguridad" y un duro golpe para el trabajo realizado por la ministra del Interior y Seguridad Pública, Carolina Tohá.Asimismo, implicó que el Gobierno se convirtiera en flanco de críticas, en medio de una compleja crisis de seguridad que afecta al país.Con el transcurso de los días, no obstante, fueron apareciendo nuevas réplicas: una acusación constitucional en contra de la ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Ríos, a quien responsabilizan de haber asesorado mal al mandatario sobre los antecedentes de los beneficiados -particularmente respecto de Luis Castillo, cuyo prontuario es de 5 condenas y 26 causas judiciales-; un clima de hostilidad entre las coaliciones oficialistas, con marcadas diferencias, y lo peor, un duro round entre el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, luego de que el Presidente Gabriel Boric comentara públicamente el fallo de la Corte Suprema en el caso Mateluna.Este ha sido, por ahora, el terremoteado inicio del 2023 para el Gobierno.Costosa convicciónEn La Moneda aseguran que los indultos se venían postergando hace algún tiempo. Que cada vez que se iban a anunciar, ocurría algo. Pero el compromiso de campaña seguía intacto: otorgarle el indulto a los denominados "presos del estallido" en 2022.Eso, a pesar de que antes de la segunda vuelta el Presidente Boric señaló que no era aceptable pensar en indultos para personas "condenadas por incendio, por saqueos, por delitos que revisten gravedad".Con todo, los indultos ocurrieron en un momento en que el país atraviesa por una de las peores crisis de seguridad en su historia, donde además la encuesta CEP mostró esta semana que el orden y la seguridad aparecen como la primera prioridad para los chilenos, con un 60%; y al mismo tiempo, cuando estaba a punto de cerrarse una de las apuestas más importantes de este Gobierno: el acuerdo transversal por la seguridad."Es un homenaje al octubrismo", sostiene el secretario general de RN, Diego Schalper. "El error político es volver a congraciarse con un mundo que fue derrotado de una manera muy elocuente en las urnas y que al Presidente no le aporta mucho", añade.Un error que, para el exministro Rodrigo Delgado (UDI), impacta en la agenda de seguridad. "Para llevar adelante iniciativas en materia de seguridad se requiere cierto clima que a nivel legislativo obviamente se ha visto alterado. La mesa de seguridad requiere un piso de confianza mutua que en este momento no se cumple", comenta.Para otros, el problema también radica en las personas a las que se les otorgó el beneficio. "A mí me hace ruido el indulto, más allá de que respeto la facultad presidencial. Complica no solo por Mateluna, sino por los condenados en delitos durante el estallido. Es una mala señal", dice José Toro, secretario general del PPD."Esto no es bueno para el Gobierno, sobre todo porque estábamos discutiendo el tema de seguridad. Aparece como contradictorio", remarca...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba