Terremoto en Ecuador pone a prueba la gestión económica del Presidente Correa
La "peor tragedia" que haya enfrentado Ecuador en 70 años, como la definió ayer Correa, dejó 661 muertos, 23 desaparecidos y 22.421 personas albergadas, según cifras oficiales.
El terremoto no pudo ocurrir en un momento más inoportuno para este país, el integrante más pequeño de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Antes del sismo y luego de varios años de bonanza, la economía de Ecuador ya se encontraba en recesión por la caída del precio del petróleo. Los ingresos por el crudo representan el 35% del presupuesto del país, de acuerdo con el Banco Central de Ecuador.
En su último informe, el Fondo Monetario Internacional proyectó una contracción económica de 4,5% para este año y de 4,3% para 2017, el peor desempeño de un país sudamericano después de Venezuela. (En 2015 tuvo crecimiento nulo).
El terremoto devastó la provincia de Manabí, una zona costera al norte del país, eminentemente turística, donde a un mes de la tragedia se observa a decenas de personas que con precarios carteles piden ayuda en los caminos, extienden las manos por comida y medicinas, según The Associated Press.
Más de 22 mil personas están en 103 albergues instalados por el gobierno en la región afectada. Para acelerar el proceso de reconstrucción, el Estado entregará bonos de hasta 10.000 dólares para construir casas en terrenos propios, 9.000 dólares para comprar viviendas nuevas y unos 4.000 dólares para la reparación de viviendas.
La semana pasada, la Asamblea Nacional (Parlamento, de mayoría oficialista) aprobó un proyecto de ley con que el gobierno intenta obtener 1.000 millones de dólares para la reconstrucción. Las medidas contemplan un aumento del IVA del 12 al 14% por un año, la donación de un día de salario de quienes ganen más de 1.000 dólares, hasta completar los 1.000 millones de dólares, y un impuesto del 3% a la utilidad de las empresas por única vez.
La medida, aprobada por 94 de los 127 legisladores presentes, se suma a la venta de activos productivos que prepara el gobierno -que incluye una central hidroeléctrica, un banco y medios de comunicación, entre otros- para obtener liquidez.
La oposición, el sector privado y las distintas áreas productivas del país critican que el gobierno haya tenido que recurrir al alza impositiva para paliar la emergencia, por no haber ahorrado cuando tuvo ingresos por el alto precio del crudo.
"Vemos bien el descuento a los salarios porque apunta a crear un fondo para los afectados, pero cuestionamos...
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