El tenso minuto a minuto del allanamiento al cuartel de Carabineros en Temuco por la 'Operación Huracán' - 4 de Febrero de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 702122741

El tenso minuto a minuto del allanamiento al cuartel de Carabineros en Temuco por la 'Operación Huracán'

El televisor estaba encendido. Y al mirarlo, la mañana del viernes de la semana pasada, el fiscal Roberto Garrido dimensionó cómo escalaban las complicaciones en la diligencia que él encabezaba justo en ese momento: un allanamiento para incautar los computadores de la Unidad de Inteligencia Operativa Especializada (UIOE) de Carabineros en Temuco, en el marco de las pesquisas por la supuesta alteración de pruebas en la "Operación Huracán".

En la pantalla del aparato, el persecutor vio imágenes de un despacho en vivo. La nota versaba precisamente sobre el operativo en la UIOE. Y mostraba la parte exterior del cuartel, dónde él y unos oficiales de la PDI trataban infructuosamente de que los uniformados les entregaran los ordenadores.

Solo en ese momento, el fiscal supo que Carabineros había desplazado al lugar carros blindados. En un aparente intento por frustrar la diligencia, que ese mismo día había sido autorizada por un juez de garantía.

Garrido y los detectives que los acompañaban encontraron dificultades desde que llegaron a la UIOE. A pesar de que, para evitar mayor "ruido", él y los funcionarios de la PDI habían optado por presentarse en el lugar sin chaquetillas identificatorias ni chalecos antibala, como dicta el protocolo.

Según relatan testigos, el persecutor tocó varias veces antes de que le abrieran. Luego de dos o tres minutos, apareció un oficial joven, quien les permitió la entrada solo hasta el antejardín del cuartel. Y le propuso que resolvieran ahí mismo el problema.

Frente a ello, el fiscal le dijo que mejor lo zanjaban en el interior. Unos metros más adentro, Garrido le explicó detalladamente la naturaleza de la diligencia. Mientras otros carabineros de civil entraban en escena, el oficial entabló con él un diálogo lacónico, aunque no descortés.

Después de oírlo, el policía pidió tiempo para hacer unas llamadas y se retiró. Al cabo de unos minutos volvió y anunció que la diligencia no podía realizarse.

Quienes conocen lo ocurrido en el cuartel aseguran que el oficial entregó argumentos "imprecisos". Uno de ellos fue que el allanamiento debió haber sido autorizado por un ministro de corte.

Entonces, Garrido le dijo que no era así. A partir de ese minuto, el carabinero salió de la dependencia y volvió en varias ocasiones a conversar con el fiscal, aunque brevemente. En uno de esos diálogos, el persecutor le dijo que él requisaría los computadores "sí o sí". Salvo que su orden quedara sin efecto o que el fiscal regional de...

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