Tema de la paz pierde protagonismo en la campaña electoral colombiana
Que el turismo se haya convertido en una de las principales fuentes de ingresos de divisas en Colombia podría ser una paradoja: el año pasado llegaron 6,5 millones de visitantes extranjeros a este país que se convirtió, de nuevo, en el principal productor de coca mundial con 144.000 hectáreas cultivadas, la cifra más alta en décadas.
¿Cómo Colombia pasó de ser un problema a un activo de América Latina, si aquí siguen operando cerca de 2.000 estructuras de crimen organizado -una de las más visibles es el Clan del Golfo, que controla más de la mitad de la droga que sale de Colombia- y aún existe una guerrilla, el Ejército de Liberación Nacional, (ELN), que se está fortaleciendo en los territorios abandonados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), desmovilizadas en 2016?
"El mundo nos ve mejor que nosotros. Antes solo reconocía a Colombia por la violencia, el narcotráfico, y ahora todas las publicaciones internacionales hablan de las buenas perspectivas del país", explicaba recientemente María Lorena Gutiérrez, ministra de Comercio.
Gutiérrez, mano derecha del Presidente Juan Manuel Santos, le endosaba buena parte de esos 4.408 millones de dólares que entraron por el rubro turismo a la firma del acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC, uno de los más importantes hechos históricos desde el punto de vista político en el último medio siglo.
Después de dejar millones de desplazados y cientos de miles de muertos, las FARC son hoy un movimiento legal -Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común- con una bajísima popularidad: en las pasadas elecciones legislativas obtuvieron un tenue 0,56% de los votos. Y su líder, Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", tuvo que retirarse de la contienda en las presidenciales. Por amenazas, y porque cada vez que hacía proselitismo lo abucheaban. Luego tuvo una dolencia cardíaca.
Sin embargo, la paz firmada por Santos logró impensables apenas unos años atrás. Tras la desmovilización de 7.000 combatientes y la fundición de 9.000 armas, el número de muertos por causa del conflicto armado se redujo en más del 80%, en 92% la cantidad de víctimas por culpa de las minas antipersonales y en 95% el índice de secuestros, según la Unidad de Víctimas.
Cambio radical
¿Por qué entonces Santos, quien de hecho ganó el Premio Nobel de la paz, tiene tan solo 14% de popularidad y los colombianos quieren cambiar radicalmente la forma de gobernar?
Para algunos analistas, paz con una economía rezagada no es paz...
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