Teatro de larga duración: Cuando las obras prueban a los espectadores - 21 de Enero de 2018 - El Mercurio - Noticias - VLEX 701314041

Teatro de larga duración: Cuando las obras prueban a los espectadores

Sin duda, "Tala" fue un desafío. La obra del polaco Krystian Lupa llegó a la cartelera del Festival Stgo. a Mil anunciada como uno de los imperdibles de la temporada. Y, efectivamente, la pieza encantó a la crítica y al mundo del teatro, pero no logró entusiasmar al gran público. De hecho, en su última función la ocupación de la sala se limitó prácticamente a la platea baja, mientras que los palcos superiores quedaron vacíos. "Es que para el público local es muy raro ver obras de tan largo aliento", dice Pedro Labra, crítico de "El Mercurio". "En nuestra cartelera se suele recortar y reducir el tiempo de una representación, y ver montajes de 80 minutos ya es considerado largo. Ver obras extensas es una invitación a que tu espíritu entre en un estado especial y te prepares para la experiencia".

Este enero ha sido particular. Además de "Tala", que dura 4,5 horas, se han presentado otras obras como la brasileña "Tragedia y comedia latinoamericana", de cuatro horas; "After the rehearsal/Persona", que el director Ivo van Hove desarrolla en cerca de tres horas, el mismo tiempo que se toma la italiana "Natale in casa Cupiello", de la mano del director Antonio Latella.

"Las obras duran lo que tienen que durar", dice la actriz Patricia Rivadeneira, quien vio completa la obra de Lupa. Y agrega: "Si hay personas que pueden estar todo el día viendo TV, ¿por qué no podría pasar lo mismo con el teatro? Claro que la exigencia es mayor, porque el teatro está vivo".

La cartelera local ha recibido otros ejemplos en temporadas anteriores: "2666", la adaptación de la novela de Roberto Bolaño que trajo Teatre Lliure de Barcelona, duraba cinco horas; "Los náufragos de la loca esperanza", que los franceses de Théâtre du Soleil presentaron en 2011 se extendía por cuatro. Incluso el montaje "Sexo", que el director local Juan Carlos Montagna estrenó en enero de 2004, en Santiago -antes lo hizo en España-, duró 27 horas en el escenario de Matucana 100.

"El tiempo en el teatro es bastante subjetivo. Cuando la obra presenta un desarrollo coherente puede pasar rápidamente y mantenerte concentrado. Es distinto cuando la pieza se sustenta en el mero capricho de hacer algo extenso porque sí", agrega la periodista y crítica Marietta Santi. Ella presenció la propuesta de Montagna: "Ahí la idea era vivirlo como una experiencia, se explotaba el elemento del cansancio de los actores y uno podía ver cómo se transformaba el espacio con la humedad, la temperatura y los olores".

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