Grupo Tattersall cumple 100 años y se apresta a ingresar a Perú y Colombia para expandir su franquicia automotriz
ien años. Esa es la edad exacta que el próximo 13 de septiembre cumplirá Grupo Tattersall, la firma proveedora de insumos industriales y agrícolas que por estos días está a las puertas de aterrizar en nuevos mercados latinoamericanos.
Instalar un museo y editar un libro testimonial, que saldría en octubre, son parte de los planes que afinan su gerente general y su presidente -Jorge Rodríguez y Tomás Böttiger, respectivamente- para conmemorar este centenario. Buscan recopilar la historia de la empresa, valiéndose incluso de la ayuda de ex trabajadores que estuvieron más de 60 años en ella.
Una historia que partió en 1913, cuando varias familias chilenas vinculadas al campo vieron la necesidad de constituir una sociedad que intermediaria ganado, frutos y productos agrícolas. La denominaron Tattersall, nombre inspirado en una firma británica de corretaje de caballos fina sangre.
Al menos esa es la versión que tiene su actual administración, porque "esto ocurrió antes de la Primera Guerra Mundial", recalca Rodríguez sobre esta compañía que, además, lleva 99 años en la Bolsa de Comercio.
Tras ese origen en el ganado, la firma vivió una pequeña diversificación y comenzó a participar en remates de campos, maquinaria, tractores y arados. Fue por ello que en los 70 la Corfo le encargó rematar propiedades y bienes que habían sido intervenidos. Allí Tattersall intermedió -vía remates- en la venta de frigoríficos, maquinarias, mobiliario, e incluso se extendió luego a la venta de línea blanca y electrodomésticos.
Afectada por la crisis del 82, Tattersall terminó en manos del Banco de Chile, que la sacó a licitación en 1988. Un grupo de socios la adquirió: Eran Carlos Alberto Cartoni (socio actual del grupo de Komax, que maneja marcas de ropa como GAP), el agricultor Hernán Hermann y Mathiesen, la firma química de las familias Böttiger y Hintze, que como tenía una línea de agroquímicos, se interesó por la firma de remates como extensión de su negocio (ver recuadro).
De la mano de los nuevos socios, Tattersall adicionó más negocios a su giro central, que seguía siendo el remate de ganados y agro insumos. Algunas aventuras empresariales fallaron, como una exportadora de frutas y pasas, y una compañía telefónica con prepago, que no prosperó porque luego vendría la época de la telefonía celular.
Pero otras sí resultaron y cimentaron la diversificación de Tattersall.
Le compraron a su propio socio, Hernán Hermann, un pequeño negocio de renta de autos, que...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba