La tarea de formar agentes de cambio medioambiental involucra a la educación - 2 de Diciembre de 2019 - El Mercurio - Noticias - VLEX 828243773

La tarea de formar agentes de cambio medioambiental involucra a la educación

Dos horas a la semana dedican los alumnos de la Escuela Básica Lo Narváez de Olmué a sus clases de medio ambiente.La asignatura se imparte desde prebásica hasta 8° año y supone tareas prácticas: mientras que los más chicos siembran, los niños de 1° y 2° básico se encargan del cuidado de los árboles. Los de 3° tienen la tarea de cultivar, algo que también hacen los de 4°, pero enfocados en el invernadero del colegio. En 5° básico se trabaja haciendo papel reciclado -papel que más tarde se usa para hacer invitaciones o diplomas escolares- y un año después, la tarea consiste en recolectar y reciclar plástico.Durante los dos últimos años de enseñanza básica, los estudiantes hacen composta y trabajan en tareas que se relacionan con apicultura."Esto no es un extracurricular, sino que una asignatura que se imparte obligatoriamente en todos los cursos", comenta Guillermo Pimentel, director del establecimiento.Pimentel es un convencido de que instalar el tema desde la primera infancia es una forma efectiva de generar ciudadanos conscientes, que entienden la necesidad de cuidar el planeta. También cree que no basta con solo explicar, sino que es necesario que los niños metan -literalmente- las manos en la tierra.Con esta postura concuerda un grupo de académicos de la Universidad de Stanford, quienes hace unos días dieron a conocer una investigación en la que revisaron 105 estudios sobre programas educativos enfocados en formar agentes de cambio. Concluyeron que los más efectivos siguen cuatro patrones: se centran en problemas ambientales locales o en las dimensiones locales de problemas globales, trabajan en colaboración con científicos, miden los resultados de sus iniciativas y se preocupan de incorporar elementos de acción a sus programas."Muchas veces la experiencia tradicional de la escuela lo que hace es encerrar a los niños en una burbuja más que conectarlos con lo que está pasando alrededor", indica Martín Bascopé, académico de Pedagogía en el Campus Villarrica de la Universidad Católica, además de investigador del Centro de Desarrollo Local (Cedel) de esa institución.En el caso del Cedel, el llamado a reventar la burbuja se canaliza a través de programas de formación docente (como un diplomado en innovación educativa para el desarrollo sustentable), así como proyectos que conectan a especialistas con escolares. Aquí destacan proyectos como "Memoria histórica de los bosques" o "Monitoreo de fauna silvestre".Mientras que el primero supone...

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