Taipei antes del 'Made in Taiwan' - 30 de Julio de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 689373365

Taipei antes del 'Made in Taiwan'

Taipei 101 se construyó para mostrar Taiwán al mundo y evidenciar su nueva posición como líder en el desarrollo tecnológico. Algo que se remonta a unos 50 años atrás, cuando en 1966 se estableció la primera Zona de Procesamiento para las Exportaciones en Kaohsiung (la segunda ciudad más grande después de Taipei), lo que embarcó a este país en un proceso de transformarse de una sociedad agraria a una potencia de la alta tecnología, considerada uno de los "Cuatro tigres asiáticos", junto con Corea del Sur, Hong Kong y Singapur.

En el proceso, Taiwán buscó además diferenciarse de China. Un hito en esa búsqueda de un perfil propio fue la marca "Made in Taiwan", que se aplicó desde los años 80 a textiles y juguetes y, desde los 90, a computadores y tecnologías. Entonces, Taipei 101, inaugurado en 2004, fue una manera de coronar la metamorfosis de la isla.

Hoy vemos precisamente eso: edificios altos, modernos e innovadores -en septiembre se inaugura una torre en espiral que tendrá 23 mil árboles en su pared, capaces de absorber 130 toneladas de dióxido de carbono por año-; letreros luminosos publicitarios y, por supuesto, mucho ruido y congestión vehicular. Después de todo, en el país viven 23 millones de personas, en una superficie que casi alcanza a la Región del Biobío.

Para escapar de eso, cuando oscurece vamos al mercado nocturno de Shilin, el más grande y famoso de los mercados de Taipei.

De una amplia avenida nace la estrecha calle donde funciona el mercado, en cuya entrada una señora vende frutas en un carrito. Basta caminar un par de metros para ver en lo que se ha convertido este lugar: vemos tiendas de lego, carcasas para smartphones, spinners, música estadounidense y juegos de feria como la pesca milagrosa. Está repleto de adolescentes taiwaneses que se congregan simplemente para pasar el rato. Una especie de Patronato, pero multiplicado por cien.

Caminamos y nos fijamos en vendedores sentados detrás de la caja de los locales. Algunos se esconden por un segundo y aparecen masticando algo. En un ambiente donde uno a estas alturas ya creería que se comen hamburguesas y papas fritas, lo que las personas ocultan son platos de noodles y dumplings.

La mezcla es extraña, como si todos estos objetos modernos que conviven en un exceso de ruido y luces estuvieran tapando algo: el Taiwán tradicional. Ese que creció como una rama de la China continental. Ese Taiwán más allá del "Made in Taiwan" aún sobrevive, silencioso, inadvertido para la mayoría de los visitantes. Solo hay que saber dónde buscar.

Las medialunas de Mazu

Cuando salimos de la estación de metro, pocas cosas indican que estamos en la misma ciudad donde hace un rato observábamos el Taipei 101 y donde recorríamos los pasillos híperestimulantes del mercado de Shilin...

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