En un tablero de juego, alumnos de Puente Alto aprenden a valorarse como personas
"Nos ha servido para conocernos. Las primeras veces todos asumían que yo tenía que ser quien guiara al resto, pero después aprendimos que no tenía por qué ser así. Si alguien sabía más sobre un tema, entonces le correspondía ser líder ese día", comenta el director del establecimiento, Juan Manuel Fuentes.
Como los otros veinte profesores que participan en las sesiones, Fuentes hoy entiende sobre juegos como El Desierto Prohibido (donde los jugadores adoptan el papel de aventureros que deben trabajar juntos para encontrar tesoros) o Pandemia (en el que se crean estrategias para contener enfermedades). Son los mismos que después -con conocimiento de causa- enseñan a sus alumnos de educación media en los talleres sobre habilidades socioafectivas que desarrollan dos horas a la semana.
Se trata de instancias que no solo se destinan a jugar para reforzar el trabajo en equipo, sino para enseñar a los jóvenes sobre la importancia de creer en sí mismos, respetar a otros y trazar metas para el futuro. Y es que fomentar la autoestima de sus alumnos es especialmente relevante para el colegio Antares, establecimiento particular subvencionado donde 94% de sus estudiantes son descritos como vulnerables.
Desde el inicio de los talleres en 2012, la asistencia promedio se incrementó de 63% a 92% y la tasa de rendición de PSU pasó de 20% al total de estudiantes en el último año. Los buenos resultados del proyecto -bautizado como Gestión de Expectativas y Proyecto de Vida- hicieron que este año el colegio particular subvencionado fuera seleccionado para ingresar a la Red de Escuelas Líderes de Educación en Pobreza, iniciativa que impulsan Fundación Chile, Fundación Educacional Arauco, Minera Escondida y "El Mercurio".
Su propósito es destacar la labor de colegios que entregan educación de calidad en contextos vulnerables.
Desenvueltos
Parte de las actividades que el colegio Antares realiza para impulsar la confianza de sus jóvenes son los talleres de liderazgo. Se trata de encuentros entre seis alumnos y el director, quien les enseña a identificar las fortalezas y debilidades de los distintos tipos de temperamentos.
"Para el taller se escoge a las personas que han mostrado cualidades de líder en el último tiempo. A través de ejemplos, nos enseñan a traspasar nuestra energía en ayudar al resto y así potenciar nuestro talento", cuenta Camila López, de 3° medio. Durante la sesión en la que participó este jueves, el profesor explicó en qué consistía la...
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