Los técnicos y las políticas públicas - 31 de Agosto de 2013 - El Mercurio - Noticias - VLEX 457028018

Los técnicos y las políticas públicas

En Chile, la provechosa interacción entre técnicos y políticos ha impulsado la positiva transformación de nuestra economía y sociedad. El mundo técnico también ha contribuido de modo importante a la generación de acuerdos, piezas clave de cualquier sistema democrático. Esto, pues en materia de políticas económicas, por ejemplo, las diferencias ideológicas son usualmente aminoradas por un análisis sólido basado en cifras. Un buen político no puede ser indiferente ante la evidencia irrebatible, independiente de la vereda en que se origine.

Los técnicos también han sido claves en dos dimensiones esenciales de las políticas de Estado: innovar en políticas públicas e implementar agendas de largo plazo. El caso de las políticas sociales es un buen ejemplo. En las últimas dos décadas se ha innovado en una serie de programas con un factor común: apoyar a los más vulnerables. De allí Chile Solidario (2002), Chile Crece Contigo (2006) y el Programa de Ingreso Ético Familiar (2011). Por cierto, existe margen para mejorar su estructura, pero es notable cómo se construyó sobre lo que otros habían construido. Esto fue fruto de la labor de equipos técnicos transversales, que nutrieron a los hacedores de políticas con diagnósticos e ideas aterrizadas y prácticas.

Quizás precisamente esta dinámica explique el éxito y el reconocimiento de nuestro país en el contexto regional. Con excepción de Brasil, es difícil encontrar equipos técnicos más preparados y conectados con el mundo político que en Chile. Lamentablemente, este preciso rasgo positivo está siendo crecientemente cuestionado por grupos extremos, que buscan orientar las políticas del país en función de la ideología, y no de los fundamentos técnicos.

Los grupos de pensamiento

En las economías desarrolladas, la interacción entre técnicos y políticos se ha dado con frecuencia en forma fluida. Esto explica la proliferación y el importante rol de los think tanks, universidades sin alumnos, grupos que congregan a académicos de gran prestigio, que forman a los futuros hacedores de políticas y que no necesariamente trabajan al alero de un determinado movimiento político.

EE.UU. es probablemente el mejor ejemplo: cuenta con más de 1.800 centros de estudios que cubren las más variadas tendencias políticas y culturales. Un porcentaje importante de ellos se financia por donaciones con beneficios tributarios, lo que impone fuertes restricciones a su posible acción en el ámbito político.

La Brookings Institution...

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