Un surfista chileno contra las olas más grandes del mundo
Antes del primer peaje, Waterman contaría que pocos días atrás había surfeado Teahupo'o, la mítica ola de Tahiti en código rojo. Eso mientras filmaban Punto de Quiebre 2. "Cielos, otro surfista que se cree Keanu Reeves", pensé. Cuán equivocado estaba.
Días después, ya de vuelta en Santiago tras haber completado la travesía, recibí un mensaje de Waterman en WhatsApp.
-Deberías contar la historia del chileno que se apresta a surfear la ola más grande del mundo -escribió.
-¿Y quién es ese demente?
-Yo, Waterman -dijo él.
-¿Dónde estás?
-En Perú, representando a Chile en un campeonato de stand up paddle.
No le presté mayor atención.
Horas después, en el mismo WhatsApp empecé a seguir con nerviosismo sus aventuras: "Es muy probable que el record Guinness de la ola surfeada más grande sea roto el próximo jueves 11 de diciembre", escribió.
Enfermo del estómago tras comer mucho cebiche, Rafael Tapia había tomado un avión de Lima a Portugal (no sin antes hacer, en el mismo Perú, un curso de apnea express para sobrevivir al que podía ser el peor revolcón de su vida). Chequeé internet: en Nazaré, el lugar donde Garrett McNamara aún mantiene el récord Guinness tras haber surfeado la ola más grande de la historia, se anunciaba una terrorífica marejada.
De pronto comenzaron a llegar mensajes en tono bíblico.
"Solo algunos han surfeado esta gigantesca ola y Waterman será el único y primer chileno", anunciaban en una comunidad de surfistas.
Tras llegar a Lisboa de noche, Rafael seguiría a Nazaré. Y al amanecer, a los pies del faro se encontraría con el brasileño Rodrigo Koxa: su dupla en el reto. Para entonces, en los noticiarios informaban que en las costas de Portugal se había desatado la peor tormenta de la historia.
"No podía creer lo que veía. He surfeado varias de las olas más grandes del mundo, pero las de ahí eran de otra liga. Todo era realmente siniestro", recuerda hoy Waterman.
Rodrigo Koxa fue el primero en intentarlo. Waterman no lo perdía de vista en su moto. Koxa pronto cayó y, sin pensarlo, Tapia fue a su rescate. En el intento perdió la moto y casi pierde también la vida.
El intento terminó en un desastre.
No era la primera vez que Tapia y Koxa coincidían en una proeza. En el invierno de 2010, junto al brasileño habían partido a la costa de Pichicuy en busca de La Marmola, una ola que muchos suponían la más grande de Chile.
Una vez allí, desde la playa vieron que, hacia el norte de Pichicuy, una apocalíptica ola se formaba frente a los...
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