La superpoderosa disciplina
-!BUENOS DÍAS SEÑOR DIRECTOR MAURICIO¡
Están todos sentados en sus bancos, la sala inmaculada. Al fondo, un casillero para cada uno, con cuadernos y libros y materiales. Cotonas y mochilas en la pared. El director les pregunta qué es lo que hacen todas las mañanas cuando llegan. Un montón de manos se levanta como bala.
-Nos ponemos la cotona -dice uno.
-¿Y qué más? -pregunta el director.
-Traemos los cuadernos del casillero -dice otro.
-¿Y por qué es importante eso? -pregunta el director.
Un alumno, cuyo nombre "Abraham" está bordado en la cotona, levanta la mano y dice:
-Porque después la tía nos dice que los abramos.
Los niños del San Joaquín de Renca, que pertenece a la Fundación Astoreca, saben que sólo pueden sacar sus materiales para el día cuando llegan en la mañana; que después no hay permiso para estarse parando en la mitad de la clase. Que es ahí o nunca. Y que si uno olvida esta pequeña responsabilidad, tendrá consecuencias, como quedarse fuera de alguna actividad.
Una regla que es casi un detalle, pero que tiene importancia: el San Joaquín de Renca es un colegio que llega hasta cuarto medio, donde alrededor de la mitad de las 540 matrículas tiene una familia con ingresos de menos de 200 mil pesos. Pero, al mismo tiempo, enclavado en este sector vulnerable, los alumnos logran sacar más de 300 puntos en el Simce y 600 en la PSU. De los 27 que egresaron el año pasado, 16 entraron a la universidad, gracias a becas que el mismo colegio gestiona.
Un colegio que, además de la importancia de lo académico, hace notar lo vital que es la disciplina en la enseñanza.
PÓRTATE BIEN
El año pasado, una encuesta de la U. Alberto Hurtado revelaba que la indisciplina es uno de los conflictos más graves dentro de la sala de clases; el 31 por ciento de los alumnos dijo que era el más grave. Los profesores, tanto de colegios municipales, particulares subvencionados y particulares afirmaban, en gran porcentaje, la misma respuesta.
-Para todo niño, independiente de su estrato social, la disciplina es un factor que favorece la educación -explica Luz María Budge, decana de Educación de la U. Finis Terrae, quien a principio de año trabajó en el libro Un 7 para siete, sobre colegios de sectores vulnerables que destacan en el Simce. Ella afirma que la preocupación por la disciplina, y tener a los directores y profesores bien embarcados en el proyecto común de excelencia, hace que el colegio tenga resultados que le doblan la mano al destino.
-La disciplina...
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