Sumergiendo esperanzas - 7 de Marzo de 2014 - El Mercurio - Noticias - VLEX 496082890

Sumergiendo esperanzas

En 2007, UniCredit, un banco italiano, luchó contra la competencia feroz de otros prestamistas occidentales para comprar el cuarto banco más grande de Ucrania a un oligarca por casi US$ 2 mil millones.

Esta semana, en medio de rumores de guerra y bancarrota, UniCredit limitó los retiros de sus cajeros automáticos en Ucrania. Al mismo tiempo, las acciones de las empresas que son grandes en Rusia, como Carlsberg y Renault, cayeron.

La agitación en Ucrania es uno de los tantos problemas al que las empresas occidentales se enfrentan en los mercados emergentes. La desaceleración del crecimiento, la caída de las divisas, precios débiles en las materias primas, malas decisiones de inversión y riesgos políticos se han combinado para decepcionar las expectativas de los ejecutivos. Los inversionistas se han dado cuenta: las empresas del mundo rico con exposición superior a la media en las economías emergentes han retrocedido en mercados de valores de Estados Unidos un 40% en los últimos tres años.

Todo esto está llevando a las empresas a volver a examinar sus estrategias en los mercados emergentes. Para muchos, a pesar de que la experiencia ha sido difícil, las perspectivas son buenas. Pero otros han malgastado suficiente dinero perteneciente a los accionistas, y deben retornar a casa.

Tan de los noventa

El mundo empresarial es tan susceptible a la moda como la calle. A finales de 1990 la burbuja en el comercio electrónico sedujo a todos, menos a las empresas más sensibles. A mediados de la década de 2000 la industria de private equity declaró que las compañías listadas estaban muertas. Pero mucho más poderosa que cualquiera de esas tendencias ha sido la convicción de que las empresas occidentales deben acumularse en los mercados emergentes.

En las fechas de auge de la década de 1990, cuando el muro de Berlín había caído, una abierta India y China comenzaron a prosperar. Las empresas invirtieron primero en mercados emergentes para la fabricación de productos para la venta en los países ricos, y luego para vender sus productos a nuevos consumidores de clase media cada vez más opulenta. La crisis financiera y la subsiguiente recesión en Occidente sólo agudizaron su entusiasmo por las aventuras extranjeras.

El volumen de las adquisiciones por parte de empresas del mundo rico en los países en desarrollo más que se cuadruplicaron entre 2003 y 2010, hasta US$ 180 mil millones. Las empresas del mundo desarrollado han invertido alrededor de US$ 3 billones...

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