El submarino, los errores y las consecuencias - 27 de Noviembre de 2017 - El Mercurio - Noticias - VLEX 697773633

El submarino, los errores y las consecuencias

Miércoles 15 de noviembre, 7:30. El comandante del submarino informa que el problema se solucionó y que la tripulación se encuentra bien. El comando le ordena que continúe normalmente el viaje hacia la base marplatense. Es la última comunicación del submarino.

Jueves 16 de noviembre, mediodía. El jefe de la Armada, almirante Marcelo Srur, es informado de lo que había sucedido en el "San Juan". Lo notifican de que no hubo nuevas comunicaciones.

Jueves 16 de noviembre, 21:00. El ministro de Defensa, Óscar Aguad, que se encontraba en Vancouver, es informado por Srur de la situación del submarino. Aguad pone en conocimiento al Presidente y al jefe de Gabinete, Marcos Peña.

Viernes 17 de noviembre, 8.00. Aguad arriba a Ezeiza y ahí lo espera Srur. Juntos viajan a Mar del Plata. En el trayecto, Srur le asegura a Aguad que se trataba solo de un problema de comunicaciones del submarino, que se resolvería rápido. Aguad le transmite esa seguridad a Macri.

No era un problema de comunicaciones. El submarino explotó o implosionó. En ese breve relato de los momentos anteriores y posteriores a la tragedia hay dos hechos que llaman la atención. En primer lugar, la increíble desidia de la base de Mar del Plata. Ante un incendio con ingreso de agua, debió ordenarle al submarino que regrese cuanto antes a la costa, a cualquier costa, desde donde debió ser acompañado por un buque hasta el puerto de Mar del Plata. Tal vez la escolta de un buque no habría significado nada para evitar la explosión, pero el submarino hubiera estado en aguas menos profundas y cerca del sistema de comunicaciones de otro barco. El submarino se encontraba en el momento del siniestro en el límite mismo del talud, donde se abre una cordillera invertida. Las profundidades pasan abruptamente de 200 o 400 metros a 1.000 o 3.000 metros. El propio efecto de la explosión pudo arrojarlo hacia esa barranca en el fondo del mar.

El segundo hecho es la demora de la base de Mar del Plata en comunicar la novedad a sus jefes y la de estos en poner en conocimiento a las autoridades políticas. Aguad (y, por lo tanto, el Presidente) se enteró de lo que entonces era un percance un día y medio después de la última comunicación o casi dos días más tarde desde que sucedieron el incendio y el ingreso de agua. Es cierto que existe un protocolo naval que señala que los submarinos deben ponerse en contacto cada 36 horas, que es, más o menos, el tiempo que transcurrió entre la última comunicación del submarino y...

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