El Sublime Frenesi. Poesia y Pulsion de Muerte. - Núm. 42, Marzo 2007 - Cyber Humanitatis - Libros y Revistas - VLEX 634503977

El Sublime Frenesi. Poesia y Pulsion de Muerte.

AutorArrate, Marina

(1) Quisiera en esta presentación entablar un diálogo con el capítulo "Fantasma, Divino Tesoro. Poesía y Pulsión de Muerte" del libro Filigranas Feministas. Psicoanálisis Memoria Arte, de la psicoanalista Pilar Errázuriz (2).

En carta a Fliess del 31 de Mayo de 1897, Freud alude a la poesía como fruto de la ensoñación histérica; sin embargo, me resulta más sorprendente el rescate que hace de unas palabras de Shakespeare en Sueño de una Noche de Verano: la poesía como el Sublime Frenesí.

Escribe Freud a su amigo; "el mecanismo de la creación literaria es el mismo que el de las fantasías histéricas. Goethe en su Werther combinó algo que había experimentado (su amor por Lotte Kastner) con algo que había oído (el destino del joven Jerusalem que se había suicidado). Probablemente haya jugado con la idea de matarse y encontró en ella un punto de contacto para su identificación con Jerusalem al que dora de sus propios motivos derivados de su enamoramiento. Por medio de esta fantasía se protege a si mismo contra las consecuencias de su vivencia.

Asi Shakespeare tuvo razón cuando equiparó la poesía a la locura (el sublime frenesí)." The fine frenzy. (3)

Hasta aquí la cita, el comentario que hace Freud a su amigo Fliess. Lo interesante de ella es que nombrando al Goethe de Werther, allí en los comienzos del romanticismo alemán, incluye quizás sin saberlo las fuentes amorosas y tanáticas de la obra de la arte, su amor por la joven y el deseo de aniquilarse, y su desplazamiento en la construcción de la obra de arte. Aún no había Freud concebido el concepto de Pulsión de Muerte, que como es sabido y como menciona Pilar Errázuriz, aparece a la luz en 1920 en el capítulo Más Allá del Principio del Placer.

Bien podemos especular que en ese comentario epistolar se deja ver ya la interrelación de la pulsión amorosa y la tanática en la creación literaria, y si bien la ensoñación histérica a la cual da tanto mayor importancia en su carta y que desarrollará más ampliamente en el artículo "El Poeta y los Sueños", de acuerdo con Pilar podemos plantear que esta ensoñación histérica no sería más que la pantalla donde se proyecta la lucha entre Eros y Tánatos, cuando acontece la escritura.

Muy bien da cuenta este capítulo de Pilar Errázuriz del modo en que Eros y Tánatos se entretejen. En un notable esfuerzo por quitarle, como ella dice, a la biología su porción incognoscible y fatal, sigue el recorrido, la ruta, que ambas fuerzas recorren en un proceso mucho más dialéctico que binarista. Un tejido construido para suplir la falta convertida en fantasma. Fantasma que nos recorre ya cuando enamorados/as, ya cuanto asediados/as por la idea de un peligro de muerte. Goethe escribiendo su Werther. (Werther es una novela que relata el enamoramiento fatal del protagonista, Werther; fatal por cuanto la historia de amor culmina con el suicidio del...

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