SQM y Codelco frente a frente: las cartas que jugarán en la ardua negociación que viene
El viernes 21 de abril, en el vuelo de regreso a Santiago, luego de que el Presidente Gabriel Boric presentara en Antofagasta la estrategia nacional del litio, el presidente de Codelco, Máximo Pacheco, agradeció al mandatario la confianza por haber encomendado a la minera liderar la negociación con SQM, acuerdo que permitirá al Estado entrar a operar en el codiciado Salar de Atacama, el mayor depósito salino de Chile, emplazado en la Región de Antofagasta. El Presidente, dicen quienes conocieron de esa conversación, en sentido inverso agradeció a Pacheco por haber asumido el tremendo desafío.Hoy, la Corfo es la titular de las pertenencias mineras de dicho yacimiento de salmuera de litio y mantiene contratos de arriendo para la explotación del mineral con SQM -ligada a Julio Ponce Lerou y a la china Tianqi- y con la estadounidense Albemarle, contratos vigentes hasta 2030 y 2043, respectivamente. Pero ahora, la estrategia anunciada por el Gobierno considera que el Estado, a través de Codelco, tome el control y un rol protagónico en dicha explotación minera.Ese protagonismo que tendrá la cuprera estatal no sorprendió a Pacheco en absoluto. De hecho, el jueves 20, el mismo día de la cadena nacional que ocurriría en la noche para que el Presidente Boric diera los primeros lineamientos del plan, se realizó un directorio extraordinario en Codelco, y allí se informó que el anuncio venía esa noche. Era la culminación de un proceso que partió hace unos cuatro meses y que fue impulsado por Pacheco y el directorio de la compañía. Es que cuando comenzó a trazarse la arquitectura que tendría el plan nacional del litio, fue el propio Pacheco quien fue convenciendo al Presidente Boric y a los ministros que tenían algún grado de injerencia en el diseño, de la importancia de que fuera Codelco la contraparte estatal en el salar.Un actor en reserva profundiza y explica que la entrada en escena de Codelco en esta negociación obedeció a un sentido de realismo político. Por un lado, el hecho de que llegar a puerto con una política del litio, cualquiera que esta sea, requiere de una gran mayoría y un consenso amplio. Y por otro lado, hay un Presidente al que le resulta imprescindible mantener una sintonía con su base política, con un discurso que "suene" nacionalizador y de "izquierda".En ese escenario, dice un actor, esta era la mejor salida "intermedia", sumando a una compañía como Codelco, del Estado, pero con credenciales que pueden dar garantía al sector privado, pues cuenta con un gobierno corporativo bien estructurado y que funciona, con gestión y conocimiento global del mercado...
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