El spa natural de Hualaihué - 23 de Octubre de 2022 - El Mercurio - Noticias - VLEX 913098832
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El spa natural de Hualaihué

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Vincent

EL I nterminable vaivén que desplazaba amablemente la cama en mi dormitorio marcó esa primera noche mientras navegábamos por los recovecos y borde característicos de la zona de fiordos de Hornopirén en el Boyero, el velero de 44 pies que Sailing Patagonia utiliza para sus expediciones en la zona hechas a medida. La sensación era la de estar siendo acunada por el agua, pero también por las estrellas y la oscuridad, en el profundo silencio de esa región austral, mientras me sentía extrañamente protegida.El agua, el velero, todo partió mucho antes. Había llegado en bus hasta Hornopirén con un objetivo sencillo: quería conocer -desde el agua- la zona de canales estrechos de la provincia de Hualaihué, en el sur de la Región de Los Lagos. Y de paso, disfrutar de las "súper bondades naturales" que, decían varios viajeros entendidos en estas cosas, aportan las aguas calientes que brotan a borbotones en Porcelana , un lugar prácticamente imposible de alcanzar de otra manera, y donde se despliega uno de los datos más apreciados por los navegantes locales: unas increíbles termas naturales escondidas al final del fiordo de Comau.Así que, prácticamente sin otra embarcación en kilómetros a la redonda, el velero zarpó del sencillo muelle de Hornopirén hacia isla Pelada, para continuar al sur, rumbo al fiordo Comau y Quintupeu, un poco antes de caleta Gonzalo .Mientras navegábamos, junto a la embarcación nos sorprendimos con las aletas de un pequeño grupo de toninas que cada tanto se asomaban a respirar a la superficie. De vez en cuando también se veían por ahí pingüinos y lobos de mar, jugueteando cerca de la orilla, en un horizonte cubierto por cerros boscosos y aguas muy azules y tranquilas.Para llegar a Porcelana es necesaria una navegación a vela de cinco horas. El día que salimos nosotros, por ejemplo, las condiciones eran favorables y llegamos sin novedad a fondear en la punta de la caleta. Es la única manera (a menos que tenga un helicóptero como alternativa), así que no quedaba más que amarrar el velero en un sector chiquito, que está demarcado por boyas naranjas. Desde ahí se puede llegar a la orilla misma en un bote a motor o a remo, y luego seguir hasta la única casa del fiordo: la de la...

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