El sorprendente despegue viñatero de Malleco - 20 de Julio de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 846576473

El sorprendente despegue viñatero de Malleco

S i se lo hubiera propuesto, Francisco Baettig no podría haber elegido un peor momento.Tras una década de trabajo en las sombras, en junio salió a la luz Baettig, su bodega personal. Era la etapa cúlmine de un período en el que rastreó el valle del Malleco, plantó un terreno en Traiguén con pinot noir y chardonnay junto a su socio Carlos de Carlos, esperó un lustro para sacar la primera vendimia comercial y guardó dos años los vinos hasta que estuvieron listos. El enólogo apuntó alto: la botella más asequible de Baettig vale $25.000, la de mayor valor $55.000.Pero en los últimos meses había llegado el coronavirus. Los restaurantes de todo el mundo cerraron. Las cadenas de comercialización del vino se trabaron. Baettig tenía en sus manos varias botellas caras de un lugar poco conocido para vender.Sin embargo, la demanda ha sido firme. La semana pasada Baettig se lanzó en Japón y ya desde fines de junio está a la venta en Inglaterra. Mientras tanto, los críticos internacionales han saludado la llegada de sus pinot noir y chardonnay.A pesar de que se crió en Santiago, sus raíces están en el valle de la Región de La Araucanía. Ese fue el punto de llegada de su familia suiza a Chile.Sin embargo, también veía un potencial viñatero en la zona. Mientras se hacía un nombre como director técnico de Errázuriz, Seña y Viñedo Chadwick -de propiedad del empresario Eduardo Chadwick- acaparando premios y convirtiendo la obtención de 100 puntos por sus vinos en una costumbre, Baettig llevaba años siguiendo la pista a los chardonnay y pinot noir que Felipe de Solminihac, enólogo y socio de la viña Aquitania, hacía en Traiguén."Malleco les da una calidad a los vinos. Hay rica acidez, alcoholes moderados", resume Francisco Baettig.Tras casi dos décadas de sacar vinos del Malleco, De Solminihac ya no está solo. Pequeños proyectos están surgiendo en Traiguén, Los Sauces, Lumaco o Angol. El grupo humano detrás es variopinto: enólogos, agricultores mapuches, médicos y abogados.Se estima que en todo el valle hace una década había poco más de medio centenar de hectáreas de viñedos. Hoy la superficie se duplicó. Pronto, además, se vienen nuevas plantaciones."Malleco es frescor, vitalidad, aliada con estructura y alcoholes bajos. Los vinos tienen un buen potencial de envejecer y desarrollarse. También tienden a ser más sutiles. Es una combinación intrigante. Es sumar el correcto tipo de diversidad a los vinos chilenos. Es tremendamente positivo", sostiene Peter Richards, Master of Wine, conocedor de los vinos...

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