Solo un 15% de las empresas familiares en Chile tiene protocolos de sucesión
Falabella, Kaufmann, Cousiño Macul o Saval son solo algunos ejemplos de las grandes empresas familiares que existen en Chile y que suelen desenvolverse en prácticamente todos los sectores de la economía. Hoy en el país, cerca de cuatro de cada cinco compañías son familiares. Es decir, del total existente, el 78% funciona bajo este modelo, tiene una participación del 60% de las ventas totales y otorga el 63% del empleo nacional, según el estudio "Radiografía de Empresas Familiares en Chile", realizado por el Comité de Políticas Públicas de la Universidad del Desarrollo (UDD).
Según Horacio Arredondo, director ejecutivo del Centro de Empresas Familiares de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), el correcto traspaso generacional para este tipo de compañías es una meta estratégica y fundamental para su buen funcionamiento, ya que los grupos empresariales que trascienden y perduran en el tiempo son precisamente los que han trabajado los conceptos de alineamiento y sucesión. Sin embargo, solo un 15% de las firmas familiares en Chile tiene protocolos de sucesión, según el proyecto de investigación "STEP", de la UAI, en el que participan 41 universidades de todo el mundo y 686 familias.
Contar con reglas de sucesión es fundamental para la gestión
Desde la UDD recalcan la importancia de contar con reglas en torno a la continuidad de consanguíneos en una compañía, con instrumentos que identifiquen la singularidad en los negocios y refuercen la unidad de la familia, generando compromisos y acuerdos. "Son herramientas cada vez más solicitadas por entidades financieras para asegurar la solidez y perdurabilidad de estas compañías", sostiene Gonzalo Jiménez, director del Centro de Familias Empresarias y Empresas Familiares de la UDD.
En orden a la sucesión y el diseño de un protocolo, el consultor español Carlos Arbesú explica que primero se debe identificar la visión de futuro del grupo, las reglas para trabajar en la empresa, los directorios y el gobierno corporativo, los pactos de accionistas, el gobierno de la familia, las reuniones y finalmente la educación y planes de carrera de los miembros del clan. "La educación de las generaciones jóvenes es quizá lo más importante a regular de cara a la sucesión, pues supone prepararlos adecuadamente para poner la empresa completamente en sus manos en el futuro", indica Arbesú.
Asimismo, el asesor advierte que los plazos para implementar protocolos varían, pero por regla general se aconseja hacerlo en períodos de...
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