Una sociedad en pandemia y a distancia: ¿podemos vivir sin ritos? - 28 de Junio de 2020 - El Mercurio - Noticias - VLEX 845620933

Una sociedad en pandemia y a distancia: ¿podemos vivir sin ritos?

No habrá Fiesta de la Pampilla, ni fondas en el Parque O'Higgins. Sea en casa, para los afortunados, o teniendo que salir a trabajar, la pandemia de covid-19 nos obliga a guardar las distancias, evitar reuniones, no ver a otros o, si nos topamos con ellos en el metro, una micro o la calle, a tener cuidado, a desconfiar. En marzo, Byung-Chul Han (Seúl, 1959), el filósofo surcoreano-alemán que escribe sobre la sociedad del cansancio y la autoexplotación, dijo: "El virus nos aísla e individualiza. No genera ningún sentimiento colectivo fuerte. De algún modo, cada uno se preocupa solo de su propia supervivencia. La solidaridad consistente en guardar distancias mutuas no es una solidaridad que permita soñar con una sociedad distinta, más pacífica, más justa".Luego, en mayo, en una entrevista, declaró: "Por sobrevivir, sacrificamos voluntariamente todo lo que hace que valga la pena vivir, la sociabilidad, el sentimiento de comunidad y la cercanía". Ese mismo mes apareció en España su libro más reciente, "La desaparición de los rituales" (Herder), que acaba de llegar a Chile. Si bien no se refiere a la pandemia, el ensayo de Han entronca bien con la anormalidad actual, pues el filósofo reflexiona sobre la progresiva "erosión de la comunidad" y el "narcisismo colectivo", resultado, según él, del mandato económico que obliga a ser eficiente, productivo. Esa erosión y ese narcisismo conllevan una atomización y la pérdida de los símbolos que sirven para aunarnos y dar alguna certeza y sentido a la vida."Al ser una forma de reconocimiento, la percepción simbólica percibe lo duradero. De este modo, el mundo es liberado de su contingencia y se le otorga una permanencia. El mundo sufre hoy una fuerte carestía de lo simbólico. Los datos y las informaciones carecen de toda fuerza simbólica, y por eso no permiten ningún reconocimiento. En el vacío simbólico se pierden aquellas imágenes y metáforas generadoras de sentido y fundadoras de comunidad que dan estabilidad a la vida. Disminuye la experiencia de la duración. Y aumenta radicalmente la contingencia".Es una situación epocal, que en las circunstancias presentes parece agudizarse. Abrazos que no se dan, cumpleaños y en general fiestas que no se celebran, sin escuelas ni liceos; funerales casi siempre expeditos, silentes, de pocas personas, desprovistos de las expresiones rituales de ese momento final. También los partos, ese inicio.En el comienzo de los tiempos los humanos éramos seres esféricos, con dos rostros y cuatro piernas; Zeus, al ver que pretendíamos subir al Olimpo, nos lanzó rayos y nos partió en dos. "Desde entonces el hombre es un symbolon que añora su otra mitad, una totalidad que lo sane y lo salve", escribe Han. "«Juntar» se dice en griego symbállein . Los rituales son también una praxis simbólica, una praxis de symbállein , en la medida en que juntan a los hombres y engendran una alianza, una totalidad, una comunidad". Como símbolos que somos, explica el filósofo, necesitamos de otro, o mejor, de los otros para tener sentido: "Lo simbólico como un medio en el que se genera y por el que se transmite la comunidad está hoy, con todo claridad, desapareciendo. La pérdida de lo simbólico y la pérdida de lo ritual se fomentan mutuamente".En el mundo del dataísmo, de la acumulación y procesamiento de datos, del big data , y del mercado total, donde abunda la información y el tiempo como sucesión de presentes, pero falta el tiempo narrativo, pausado, duradero, incluso inútil u ocioso; en ese mundo, dice Han, predomina una " comunicación sin comunidad ", sin...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR