LA SOBREVIVIENTE DEL TILA SACA LA VOZ
-¿Antes de aquella noche cómo eras tú?-Era como la figura que tú nunca crees que podría sobreponerse a una cosa así. Creo que nunca había bajado del barrio alto, era privilegiada en muchos sentidos, muy cuidada por mis hermanos, inmadura. Creo que si ponían a cien niñas en un grupo y preguntaban cuál es la menos preparada para vivir once horas de terror, esa era literalmente yo.Carolina Jadue Zaror, menuda, de sonrisa fácil, tiene la certeza hoy, a sus 39 años, que tiene una fortaleza enorme. La descubrió la noche del 5 de junio del 2002 cuando Roberto Martínez Vásquez, El Tila, entró al departamento de su familia, ubicado en el segundo piso en un condominio de La Dehesa y los retuvo durante once horas a ella, a su madre, a su hermano de 9 años ya su nana Chelita, a quienes sometió a una violencia brutal. Los amarró, los golpeó, violó a su madre y a Carolina, a quien le perforó un pulmón y le hizo una profunda herida en un brazo que casi la desangró. Durante esa noche Carolina, a diferencia de los demás, evitó llorar, intentó llamar a su hermano mayor y a un teléfono de emergencia y, en un momento límite, se atrevió a clavarle un cuchillo en la espalda a su atacante. Cuando se acercaba la madrugada, El Tila, -antes de dejar el departamento sin ser detectado, llevándose un bolso con especies robadas-, los obligó a tomar medicamentos para dormirlos, dejando a Carolina envuelta y amarrada en una alfombra donde estuvo muy cerca de morir. Fue su madre, que despertó y la vio morada, quien logró liberarse de la mordaza en su boca y gritar pidiendo ayuda.-Ella me salvó -dice Carolina ahora, quien no solo sobrevivió, sino que desde entonces se ha enfocado en superar el trauma, mirar hacia delante y tener una vida feliz. Apenas se recuperó de las lesiones del ataque, fue a terapia con una psicóloga, retomó la universidad -estudió periodismo-, y se reunió con sus amigas. Cooperó activamente con la investigación y fue fundamental en reconocer a su agresor, en una rueda de presos, cuando El Tila logró ser capturado.Roberto Martínez Vásquez, a quien la prensa llamó "el psicópata de La Dehesa", tenía un largo prontuario. Había estado en el Sename, donde entró a los 4 años por vagancia, y a los 14 cometió su primer robo con violación. Antes de entrar al departamento de la familia Jadue, ya había ingresado a otras casas del barrio alto donde había atacado sin piedad a los residentes. También había matado a su propia pareja, Maciel Zúñiga, con quien compartía la adicción a la pasta base. Por este crimen fue detenido, una semana después de atacar a Carolina y su familia, y más tarde la policía se daría cuenta que había atrapado "al psicópata de La Dehesa". No alcanzó a ser condenado: se suicidó con el cable de una máquina de...
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